La religión del espíritu es "la actitud de un alma individual, en sus relaciones conscientes con su Creador.
El Libro de Urantia. Pág.1603
La religión del espíritu, "nos deja por siempre libres, para seguir la verdad donde quiera que nos lleve el espíritu."1731porque " es un forma de vida y una técnica de pensamiento" 1013 porque ella es "la actitud de un alma individual, en sus relaciones conscientes con su Creador."1603
No existe una religión en Urantia, que no pueda aprovechar el estudio y asimilar lo mejor de las verdades contenidas en cada una de las otras, porque todas contienen verdades. Los religiosos harían mejor, en pedir prestado lo mejor de la fe espiritual viva de sus vecinos, en vez de denunciar lo peor de las supersticiones y ritos gastados que ellas puedan tener”.1012
"No es posible que exista igualdad entre las religiones, sin guerras religiosas, a menos que todas las religiones consientan en transferir toda soberanía religiosa a un nivel sobrehumano, a Dios mismo, porque es el reino del cielo en el corazón de los hombres, quien creará la unidad religiosa no necesariamente la uniformidad, porque todos y cada uno de los grupos religiosos, compuestos de estos creyentes religiosos, estarán libres de toda noción de autoridad eclesiástica y la soberanía religiosa."1487
Por eso, si queremos contribuir al futuro promisorio de Urantia y mantener la paz, debemos abandonar completamente todo plan que signifique atacar o discriminar a un hermano de ninguna forma, porque “Dios rechaza el pecado, pero ama al pecador” y consecuentes con este principio, los urantianos deberíamos mantenernos al margen de cualquier crítica o descalificación.
Debemos abrazar la bandera de la paz y de los cambios sin condenar, ni juzgar a nadie, porque “la religión de Jesús consiste no solamente en creer, sino en hacer lo que el evangelio requiere, porque seguir a Jesús significa compartir personalmente su fe religiosa y entrar en la vida del Maestro y de su servicio altruista hacia el hombre”1769
Además no olvidemos que El nos enseñó, que con la misma vara que medimos serás medidos.
yolanda silva solano