Da la leche de la verdad a los que son niños en percepción espiritual.
Libro de Urantia. Pág.1474
Creo que hay una gran diferencia entre enseñar y compartir la enseñanza, porque cuando tratamos de enseñar, cuando nos creemos maestros, nos ponemos un escalón más alto que nuestro interlocutor y al hacerlo, nos acercamos a su mente con nuestras palabras, pero no a su corazón que es el que debe vibrar para desear conocer la verdad.
Recordemos lo que Jesús le dijo al orador del foro:"Tu elocuencia es agradable, tu lógica es admirable, el sonido de tu voz es grato, pero tus enseñanzas no reflejan la verdad. Si pudieras disfrutar la satisfacción inspiradora de conocer que Dios es tu Padre espiritual, tal vez podrías emplear tu capacidad de orador para liberar a tus semejantes del yugo de las tinieblas y de la esclavitud de la ignorancia."1461
Cada vez que nos sintamos motivados para ser voceros del LU mantengamos a raya a nuestro ego sabiondo y tomemos conciencia que no somos los dueños del Reino, sino sólo sus embajadores destinados a dar a conocer la enseñanza con humildad, porque "si hay una virtud en nosotros, es porque la gracia del Cielo permanece en nosotros."1453
Si lo hacemos, nuestras palabras serán comprensibles y tendrán sentido para quien las escuche, porque estaremos siguiendo los consejos de Jesús cuando nos dice:" en tu ministerio viviente y amoroso, sirve el alimento espiritual en forma atractiva y adecuada a la capacidad receptiva de cada uno de los que te pregunten."1461
Enseñar es una tarea intelectual, compartir es dar lo que nuestro corazón ha logrado sacar el significado a través de la experiencia y por lo mismo lleva el sello de la comprensión y la empatía, virtudes que nos permiten escuchar más y a hablar menos, es "moler el grano de la verdad en el molino de la experiencia viva para que las cosas difíciles de la vida divina resulten fácilmente aceptables, aun entre los más débiles de nuestros semejantes."1474
La convicción en lo que creemos, no puede convertirse en intolerancia hacia las creencias de los demás, porque "la auténtica y genuina certidumbre interior nada teme del análisis exterior, ni resiente la verdad de la crítica honesta. No olvidéis que la intolerancia es la máscara que oculta secretas incertidumbres sobre la verdad de las creencias de uno. Ningún hombre nunca se molesta por la actitud de su prójimo, si tiene absoluta confianza en la verdad de lo que cree de todo corazón. El coraje es confianza en la total honestidad de lo que profesamos creer. Los hombres sinceros no temen el examen crítico de sus convicciones firmes e ideales nobles" 1641
Convenzámonos, somos nosotros los que tenemos que bajar al nivel de nuestro interlocultor y no pretender que él comprenda a la primera, lo que a nosotros nos ha costado años el adquirir...
yolanda silva solano