En todo el universo de seres creados y energías no personales no observamos voluntad, volición, selección y amor manifestados aparte de la personalidad. Excepto en los Ajustadores y otras entidades similares nosotros no presenciamos estos atributos de la personalidad funcionando en asociación con realidades impersonales. No sería correcto designar a un Ajustador como subpersonal, tampoco sería apropiado referirse a tal entidad como superpersonal, pero sería enteramente permisible definir a tal ser como prepersonal.
Para nuestras órdenes de seres estos fragmentos de la Deidad son conocidos como los dones divinos. Reconocemos que los Ajustadores son de origen divino, y que constituyen la prueba probable y demostración de la reserva del Padre Universal de la posibilidad de dirigir y comunicarse ilimitadamente con cualquiera y todas las criaturas materiales en sus virtualmente infinitos dominios, y todo ello totalmente aparte de su presencia en las personalidades de sus Hijos del Paraíso o a través de las ministraciones indirectas en las personalidades del Espíritu Infinito.
No existen seres creados que no estén encantados de ser anfitriones de los Monitores Misteriosos, pero ninguna orden de seres los recibe excepto las criaturas volitivas evolucionarias de destino finalista.
[Presentado por un Mensajero Solitario de Orvonton.]