¡Qué bonito es abrazar al ser querido! ¡Qué hermoso es pedir una caricia y recibirla! Ponemos muchas barreras para el amor: el carácter, la educación recibida, falsas creencias, ideologías, conceptos propios de la vida, formas hirientes de decir las cosas, el modo de tratar a los demás y muchas otras que inventamos. ¿Qué es lo que te impide que ames y seas amado? Es cuestión de revisarse, aunque mejor no revises nada porque te convertirás en un intelectual del amor. Simplemente ama y déjate querer. La incapacidad de amar con frecuencia se viste de excusas, de autoengaños y de mentiras. Prepara tu corazón para que te amen, no seas tan antipático, ni pedante, ni caigas mal, no pongas tantas barreras. La mejor forma de que a uno lo amen es dando amor. El amor que uno da, es el mismo que recibe. |