La
religión no es una función específica de la vida, sino más bien es una forma de
vida.
Libro de
Urantia. Pág.1100
La ética es una
consecuencia lógica de la comprensión de la Enseñanza, porque en la medida que
ella se hace algo vivo, es imposible no ser consecuente con nuestros actos.
“Jesús bien sabía que Dios tan sólo puede ser conocido por las realidades de la
experiencia personal, no se puede comprender nunca con la sola enseñanza de la
mente”1856
Pero esta experiencia
personal no se adquiere de la noche a la mañana por una revelación especial,
ella se va adqiriendo de a poco, con mucha perseverancia y esfuerzo, de la misma
manera que “lenta y pacientemente el río va desgastando las piedras de su
lecho” 1291
Debemos desconfiar de los
arrebatos espirituales, porque muchas veces en vez de acercarnos, nos alejan del
Camino porque “la exitación emocional no es el estímulo ideal, porque no aumenta
la fuerza, más bien agota la energía y los poderes tanto de la mente como del
cuerpo”1777 Tengamos siempre en cuenta que “la religión no es una función
específica de la vida, sino más bien es una forma de
vida”1100
De allí que para un
verdadero urantiano, la ética debe ser un valor adquirido a través de la puesta
en marcha de los frutos del espíritu, que irán apareciendo en la medida de
nuestros esfuerzos por asemejarnos a nuestro Padre de los cielos sean realmente
sinceros, porque “si el hombre mortal está sincera y espiritualmente motivado y
consagrado sin reservas al hacer la voluntad del Padre, entonces, puesto que
está tan certera y efectivamente dotado por el Ajustador divino que mora en él,
no puede dejar de materializarse en la experiencia de ese individuo, la
conciencia sublime de conocer a Dios y la excelsa certidumbre de sobrevivir para
el propósito de encontrar a Dios mediante la experiencia progresiva de hacerse
cada vez más semejante a él.”63
“La nueva religión de
Jesús no carecía completamente de implicaciones prácticas, pero todo valor
práctico político, social o económico que se pueda hallar en sus enseñanzas es
una consecuencia natural de esta experiencia interior del alma, tal como
manifiesta los frutos del espíritu en el espontáneo ministerio diario de una
genuina experiencia religiosa personal.”1585
No estemos pues a la
espera que sean otros los que nos señalen lo que es o no ético, seamos dóciles a
las insinuaciones de nuestro Espíritu residente y podremos ser una pequeña luz
que ilumine el camino de muchos.
yolanda silva
solano