Libro de Urantia. Pág. 1712
El proceso de
la enfermedad comienza en la células, cuando ellas comienzan a funcionar mal,
cuando en una célula se alteran las funciones de transporte de líquidos y sales,
desde y hacia su interior, se desarrolla un trastorno que en último término la
paraliza y le impide cumplir su tarea de repararse a sí misma y multiplicarse,
impidiendo así que cumplan su misión específica. Si tal proceso se lleva a cabo
en millones de células en todo el organismo, el efecto final es el mal
funcionamiento de los órganos y sistemas, produciéndose la fatiga, el daño de su
estructura y por consiguiente el dolor, la inflamación y la deformidad. La
prolongación de estos trastornos en el tiempo conlleva la muerte.
Si estuviésemos más alertas a nuestros
procesos, podríamos influir en forma positiva en nuestras células antes que se
dañen, pues ellas "disponen de la capacidad de elaborar ciertas sustancias
químicas que están facultadas para estimular y activar las células adyacentes,
de tal modo que las sanas comienzan a segregar ciertas sustancias que facilitan
los procesos curativos"735
La ciencia, cada día trata al enfermo en forma más
holística, sabe que muchos dolores y enfermedades nacen en la parte síquica,
antes que en la física. Hay que dejar de considerar que el hombre es simplemente
la suma de sus órganos físicos, para empezar a concebirlo como la relación que
ellos tienen entre sí mismos a través de una gran red de información que los
une, llamada la mente. El hombre es por tanto una unidad cuerpo-mente
indivisible.
Muchas veces se mira con desconfianza o hasta se
menosprecia la medicina cuántica por considerarla holística en forma despectiva,
pero la ciencia se está encargando de desmentir esa visión, porque si
consideramos que el término cuántico que deriva del Quantum o Cuanto que
significa unidad, nos daremos cuenta que es algo beneficioso, que todos
debiéramos practicar porque “el hombre es la unión de cuerpo y mente, unidos en la
personalidad e individualidad de cada ser. En un mundo material, pensáis que el
cuerpo tiene espíritu, pero nosotros (habla un Mensajero) considerámos que el
espíritu tiene cuerpo, porque los ojos materiales, son las ventanas del alma
nacida del espíritu. “El espíritu es el arquitecto, la mente es el constructor
y el cuerpo es el edificio material."484 Por consiguiente toda ciencia que
reuna estos elementos en busca de una medicina sanadora es
bienvenida.
Si queremos estar sanos, debemos estar vigilando para que nuestros pensamientos no
sean destructivos, que estén libres de odio, rabia y resentimiento, también
debemos estar alertas para no caer en la autocompasión, y quejarnos por todo lo
que no tenemos, en vez de valorar lo mucho de lo cual disponemos. El temor y el
miedo también actúan como si fuesen virus muy dañinos que socavan nuestra salud
física. La buena disposición anímica
para vivir con alegría, es la mejor medicina preventiva, porque los desórdenes
celulares, primero se originan en la mente y una vez que se desarrollan a nivel
bioquímico y molecular es muy difícil el luchar con la enfermedad sin recurrir a
los fármacos.
Cuando nos convenzamos de la
importancia que en nuestra vida y en nuestra salud tienen nuestros pensamientos
y nuestros estados anímicos, vamos a poder gozar de mucho más bienestar físico y
material, porque todo está en nuestra mente. "Son vuestros pensamientos los que
nos conducen a Dios, porque sólo se
puede percibir la naturaleza divina, con los ojos de la mente."1105 De igual manera, nuestra salud depende en
gran parte de la calidad de nuestros pensamientos, más que de lo que comemos o
dejamos de comer o beber, porque "no es lo que entra por la boca lo que ensucia
al hombre, sino más bien lo que procede de la boca y del corazón"
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yolanda silva
solano