La
mejor manera de solucionar los problemas es alejándose de ellos por un
tiempo.
Libro de Urantia. Pág.1611
Sabemos que somos dueños de nuestro destino, pero
pocas veces nos damos cuenta, que eso nos transforma en escultores de nosotros
mismos y así como el artesano usa el cincel para realizar su obra, el
sufrimiento es la herramienta que la Maestra Vida pone en nuestras manos, para
que forjemos nuestro destino. En nuestra mente está hacer una obra de arte o un
adefesio que más temprano que tarde nos va a avergonzar, pues
el sufrimiento no asumido,
se puede convertir en un arma mortal, porque llena nuestra alma de temor, de
rabia y muchas veces de odio, porque culpamos a otros de lo que nos ocurre,
haciendo nuestra vida insoportable porque estas reacciones vienen acompañadas de
la depresión y la angustia, formándose un círculo vicioso del cual es muy
difícil salir.