Hay en la mente de
Dios un plan que involucra a cada criatura de todos sus vastos dominios y este
plan consiste en un propósito eterno de oportunidades ilimitadas, progreso sin
límites y una vida sin fin. Los tesoros infinitos de esta carrera
tan inigualable son vuestros con sólo luchar” 365.
Qué oferta tan
promisoria para nosotros, que siempre hemos sentido que somos una criatura de
origen animal y que seremos salvados sólo por la misericordia divina, sin
embargo no es así, porque sin bien es cierto que “el hombre puede ser un gusano
en el polvo, por su naturaleza y origen, pero cuando lo habita el espíritu de mi
Padre, ese hombre se hace divino en su destino, porque el Espíritu
otorgado por mi Padre volverá con toda seguridad a la fuente divina y al nivel
universal de origen y el alma del hombre mortal, llegará a ser el hijo renacido
de este espíritu residente y ascenderá hasta la presencia misma del Padre
eterno” 1676.
Es bueno estar
repitiendo estos conceptos, porque en la paradoja de nuestra nadidad y nuestra
filiación divina gracias a la cual Dios mora en nosotros, nuestro destino en
este mundo, toma relevancia de un futuro glorioso, si así nos lo
proponemos.
Si tuviésemos
presente este maravilloso destino viviríamos en forma diferente y sin lugar a
dudas, el proceso de la muerte, no sería motivo de miedo ni de trauma, pues
veríamos en él, la liberación de la carne mortal, para ascender en nuestra
carrera evolutiva, porque “la metamorfosis de la muerte constituye el único
procedimiento posible a través del cual se pueden escapar de las cadenas del
tiempo y de las ataduras de la creación material, pudiendo así marchar al ritmo
espiritual, de la procesión progresiva de la eternidad” 365, porque “cuando el
hombre muere, el espíritu comienza a alzar su largo vuelo, en el gran viaje de
regreso al hogar”1452, por eso nuestra estadía en el mundo
terrenal, debe estar libre de un apego exagerado por lo que somos o tenemos,
pues “este mundo es tan sólo un puente, podéis pasar por él, pero no debéis
pensar en construir sobre él vuestra morada” 1735.
El tomar conciencia de lo finito nos ayuda a amar
más y aprovechar mejor la Vida que tenemos.
yolanda silva
solano
yosis282@gmail.com