La sublime
búsqueda del Dios de los universos, es la aventura suprema, de los habitantes de
todos los mundos del tiempo y el espacio.
Libro de
Urantia. Pág. 22.
Nuestra estadía en la tierra, encierra una tremenda
importancia y responsabilidad, porque “existe un gran y glorioso propósito en la
marcha de los universos a través del espacio. Todas vuestras luchas mortales no son
en vano. Todos nosotros (dice el Mensajero
Poderoso) somos parte de
un plan inmenso, una empresa gigantesca y es la vastedad de esta empresa, la que
convierte en imposible, poder ver mucho de ello, en un determinado tiempo y
durante una vida cualquiera. Todos formamos parte de un proyecto
eterno que los dioses están supervisando.” 364.
Parece mentira
que nosotros las criaturas mortales y finitas, estemos participando con los
Mensajeros Poderosos, que “pertenecen al grupo ascendente de los Hijos
Trinizados, ellos sirven en todos los sectores de un super universo y
frecuentemente realizan misiones en los universos locales y aun en los mundos
individuales”245, esto
nos prueba que el mandato divino de ser perfectos como lo es nuestro Padre, es
válido para todos y que en la carrera ascendente al Paraíso, cada cual debe
cumplir su propia misión, pero con una solo propósito: “la sublime búsqueda del
Dios de los universos, porque ella, es la aventura suprema, de los habitantes de
todos los mundos del tiempo y el espacio” 22.
“Dios y los hombres se necesitan. Son mutuamente necesarios para el
alcance pleno y final de la experiencia de la personalidad eterna, en el destino
divino de la finalidad universal”2084. Si pudiésemos en verdad asimilar esta
verdad ¡cuan diferente sería nuestra vida!. Cada uno de nosotros, tiene una
responsabilidad cósmica, nuestros actos, los buenos y los malos tienen
repercusión en el Todo, porque “la relación temporal del hombre con el Supremo
es el cimiento de la moralidad cósmica, la sensibilidad universal al deber y la
aceptación del mismo”
“La existencia de Dios está totalmente más allá de toda
posibilidad de demostración, salvo por el contacto entre la conciencia de Dios
en la mente humana y la presencia de Dios, en la forma del Ajustador de
Pensamiento, que mora en el intelecto moral y que es otorgado al hombre, como
dádiva gratuita del Padre Universal” 24.
yolanda silva solano
yosis282@gmail.com