La libertad no existe fuera de la realidad cósmica y
toda realidad de la personalidad es proporcional a sus relaciones con la
divinidad.
Libro de Urantia. Pág.613.
“El hombre mortal y
todas las criaturas finitas son creadas a partir del potencial de energía viva,
de mente y espíritu existente en el Supremo. Le incumbe al Supremo que el
Ajustador ascendente extraiga fuerza para la creación del carácter inmortal y
divino de un mortal finalista. Es quien con consentimiento de la
voluntad humana, teje los tejidos de la naturaleza eterna de un hijo ascendente
de Dios” 1284.
“Toda criatura y
todo universo en evolución que aspira a hacer la voluntad del Padre, está
destinado, a volverse el socio de los Creadores espacio-temporales , en esta
magnífica aventura de logro experiencial de perfección. Si esto no fuese verdad, el Padre no
habría dotado a estas criaturas del libre albedrío creativo y tampoco moraría en
su interior, entrando verdaderamente en sociedad con ellas, mediante su propio
espíritu” 614.
Pero este
maravilloso intercambio de energías, que cambiaría esta sociedad, no puede
realizarse sin nuestro consentimiento, es “el hombre mismo quien debe tomar ese
camino por su propia decisión , por su elección de libre albedrío”1232, porque
“el espíritu de la divinidad se vuelve humildemente obediente a la elección de
las criaturas de los reinos” 150.
El libre
albedrío tiene que ver con la libertad, jamás con el libertinaje, pues “la
libertad es una técnica autodestructora de la existencia cósmica, cuando su
motivación no es inteligente, consciente y controlada”. “La libertad es suicidio cuando se
divorcia de la justicia material, la rectitud intelectual, la paciencia social,
el deber moral y los valores espirituales.”613
Es decir, la libertad individual,
nunca podrá ser buena, si involucra el daño a terceros, el libertinaje que se
enmascara en el manto de la libertad, es absolutamente dañino para quien lo
profesa y para quien lo recibe, porque “ningún ser en todo el universo, tiene
libertad para privar a otro ser, de la verdadera libertad, el derecho de amar y
ser amado, el privilegio de adorar a Dios y de servir a sus semejantes”
615.
yolanda silva solano
yosis282@gmail.com