Así como el ser
humano alcanza su destino humano, del mismo modo alcanza el Supremo el destino a
niveles de deidad.
Libro de Urantia.
Pág. 1285.
El hombre es
criatura con libre albedrío, lo que constituye su mayor oportunidad y su suprema
responsabilidad cósmica. De la integridad de la volición
humana depende el destino eterno del finalista futuro. De la sinceridad del libre albedrío
mortal, depende el Ajustador divino para su personalidad eterna. De la fidelidad de la elección
mortal, depende el Padre Universal para la realización de un nuevo hijo
ascendente. De la
constancia y sabiduría de las acciones y decisiones, depende el Ser Supremo,
para la actualidad de la evolución experiencial” 1233.
En la globalización
cósmica, todas nuestras acciones tienen repercusión porque no sólo se nos ha
otorgado la presencia del Ajustador que necesita de nuestras experiencias
conscientes para evolucionar, sino que además tenemos el control “de una parte
infinitesimal del futuro del Supremo . Porque así, como el ser humano
alcanza su destino humano, del mismo modo alcanza el Supremo el destino a
niveles de deidad” 1285.
Estas verdades le pueden parecer incomprensibles
a nuestra mente finita, pero “el hecho de que no tienes intelectualmente
conciencia de un contacto estrecho e íntimo con el Espíritu residente, no refuta
en la más mínimo tan elevada experiencia, porque ella redunda en los frutos del
espíritu que emanan de la experiencia de vida del creyente”65
Después de sopesar
estas verdades ¿ podemos sentirnos gusanos sin importancia .? ¿ Nos puede dar lo mismo lo que
hagamos.?
No sólo somos
responsables de nuestro destino, sino también de todo el basto Universo... En
vez de quejarnos por lo que ocurre en Urantia, pensemos que estamos haciendo en
forma personal para que el plan divino se cumpla.
yolanda silva solano
yosis282@gmail.com