Es un esquema infantil el
pretender sustituir a un sufriente inocente, por un ofensor
culpable
Libro de Urantia. Pág. 2017.
“Jesús vivió y
murió para todo un universo, no solamente para las razas de este mundo. Aunque los mortales de los reinos tenían
salvación aun antes que Jesús viniese y muriese en Urantia, es sin embargo un
hecho de que su autootorgamiento en este mundo, iluminó grandemente el camino de
la salvación. Aun cuando no es adecuado, hablar de Jesús como uno que se
sacrifica, un rescatador o un redentor, es totalmente correcto referirse a El
como un salvador. El hizo para siempre más claro y seguro el camino de la
salvación, de la sobrevivencia para todos los mundos del universo de Nebadón”
2017
“Cuando el hombre muere, el espíritu comienza a
alzar su largo vuelo en el gran viaje de regreso al hogar”1452. Jesús al aceptar morir, quiso enseñarnos que la
muerte es solo una parte de la vida y que por lo tanto no debemos temerla, sino
estar dispuestos a cumplir la voluntad de Dios con la misma sumisión y amor que
Jesús se entregó a ella. “En tu vida temporal la criatura finita y la voluntad
del Creador infinito, deberían llegar a ser una sola”1327, si así fuese no
temeríamos a la muerte, porque tendríamos la certeza que hay otras mansiones
donde continuaremos nuestra ascensión al Paraíso, y que solo morimos para
renacer en los mundos de estancia.
Jesús, tanto durante su vida en la tierra, como
a través de su muerte en la cruz, nos mostró un nuevo camino para unirnos al
Padre, el desterró el camino del temor, por el del amor a Dios, pero, como se
ama a un padre. Jesús nos enseñó
que “para ser consistentes debéis
abandonar completamente todos esos conceptos primitivos sobre Dios, como un
monarca ofendido, gobernante rígido y todopoderoso, cuyo mayor deleite consiste
en sorprender a sus súbditos en el error y en asegurarse de que sean castigados
debidamente, a menos que, otro casi igual a él mismo, ofrezca sufrir por ellos,
morir como sustituto y en su lugar. Es un esquema infantil el pretender sustituir a un sufriente inocente, por un
ofensor culpable” 2017. Jesús no murió
en la cruz para alivianar nuestras culpas, ni para pagar por nuestros pecados,
esa responsabilidad sigue siendo nuestra y personal. Él murió para “enseñarnos
que nuestras deudas serán perdonadas en la medida que nosotros sepamos
perdonar. “Cuando perdonas a tu jhermano, creas en tu alma, la capacidad para
recibir la realidad del perdón del Padre por tus
errores1861
“La
religión de Jesús, en efecto domina y transforma a sus creyentes exigiendo que
los hombres dediquen la vida a buscar el conocimiento de la voluntad del Padre
en el cielo y las energías del vivir consagrado al servicio altruista de la
hermandad del hombre” 2083.
yolanda silva solano yosis282@gmail.com