Se
supone que un gran Hombre, una gran Mujer debieran ser perfectos, pero “los
mortales de Urantia, difícilmente pueden esperar ser perfectos en el sentido
infinito, pero es enteramente posible para los seres humanos, que comienzan como
lo hacen en este planeta, alcanzar la meta excelsa y divina que el Dios infinito
ha puesto para el hombre mortal. Puede que tal perfección, no sea universal en
el sentido material, ni ilimitada en comprensión intelectual, ni final en
experiencia espiritual, pero es final y completa en todos los aspectos finitos
de divinidad de la voluntad, perfección de motivación de personalidad y
conciencia de Dios” 22.
El ser
humano perfecto es una persona liberada de los prejuicios que duermen la
conciencia. Permanece en constante equilibrio entre su mente y ambos hemisferios
cerebrales, entre sentimientos, cuerpo físico, realidad exterior, mente
consciente y alma en continua evolución, porque sabe que la verdadera sabiduría
reside en el equilibrio, en no “ser dogmáticos ni súper especializados,
porque en el estado mortal, nada puede
ser probado en forma absoluta”1139, “pues la verdad es un factor viviente y
flexible en la filosofía del universo” 22.
Cuando se
busca la perfección hay que estar por sobre el comportamiento derrotista,
pesimista y autodestructivo que nos caracteriza a la mayoría de los seres
humanos, está consciente que somos lo que pensamos, porque “la mente material es
la arena en la cual viven las
personalidades humanas, tienen autoconciencia, toman decisiones, eligen a
Dios o lo abandonan, se eternizan o se destruyen a sí mismos” 1216.
Por tanto,
tiene conciencia que el camino evolutivo, es absolutamente personal y que
requiere de tiempo, esfuerzo y constancia, pues “no se puede forzar a ninguna
criatura a emprender la aventura eterna, porque las puertas de la eternidad se
abren tan sólo en respuesta a la libre elección de ella.”71
yolanda silva solano yosis282@gmail.com