El Creador rehusa ejercer coerción o imponer la sumisión al libre
albedrío espiritual de sus criaturas materiales.
Libro de Urantia. Pág.22
No podemos
hablar de amor sin referirnos a sus peores enemigos: los celos y el deseo de
posesión, porque ellos no destruyen sólo las relaciones sentimentales, sino que
también las de amistad e incluso las de trabajo y convivencia, porque van en
contra de lo esencial que es la libertad individual.
Dios nos
da la gran lección porque “el Padre Universal nunca impone ninguna forma de
reconocimiento arbitrario, de adoración formal, ni de servicio servil a las
criaturas volitivas inteligentes de los universos. Los habitantes evolucionarios
de los mundos del tiempo y el espacio deben por sí mismos y en su corazón
reconocerle, amarle, y voluntariamente adorarle.”22
En cambio
nosotros con demasiada frecuencia, tratamos de apoderarnos de la libertad de los
que nos rodean, pretendiendo que piensen y actúen como nosotros lo hacemos y
esto se da a todo nivel, entre las parejas, en la relación de padres e hijos, en
el ambiente laboral y también en nuestros Grupos espirituales. Basta sentirnos
un peldañito más alto que el otro, para ejercer nuestro dominio intelectual y
supuesta espiritualidad.
Los celos
son parientes muy cercanos de la envidia, la inseguridad en nosotros mismos y de
pensamientos desbocados que nos hace ver, lo que muchas veces sólo existe en
nuestra imaginación.
Si
tuviésemos mayor conciencia del libre albedrío de los que nos rodean, nuestras
acciones serían diferentes, pues “no hay error más grande que aquel que conduce
a los seres inteligentes, a anhelar el ejercicio del poderío por sobre otros
seres, con el propósito de privar a estas personas de sus libertades naturales.
La regla de oro de la justicia humana se subleva contra todos estos fraudes,
injusticias, egoísmos y falta de rectitud. Tan sólo la libertad verdadera y
genuina es compatible con el reino del amor y con el ministerio de la
misericordia.”614
Tengamos
en cuenta este don de albedrío que nos diferencia de los animales y ejerzamos el
nuestro y respetemos el de todos los demás.