Colar el mosquito y tragarse el
camello.
Libro de
Urantia. Pág.1736
Lo que se nos pide para
evolucionar, no es nada extraordinario, simplemente se nos pide que hagamos
fructificar los frutos del espiritu. porque cada uno de ellos encierra un
tremendo poder de sanación para nuestro planeta, porque cuando la religión deja
de ser algo ajeno a la vida cotidiana, “la espiritualidad se vuelve de inmediato
el indicador de la propia cercanía a Dios y la medida de nuestra propia utilidad
para con los semejantes. La espiritualidad eleva la habilidad de descubrir la
belleza en las cosas, de reconocer la verdad en los significados y la bondad en
los valores.”1096
De la misma manera la dicotomía entre la espiritualidad
que creemos tener y nuestras actuaciones en la vida cotidiana, oscurecen no sólo
nuestra alma,sino también a quienes nos ven actuar en forma farisaica. Jesús
decía de ellos: “cuelan el mosquito y se tragan al camello.”1736 Hablamos de
amar a nuestros hermanos, pero aceptamos a los que piensan como nosotros, pero
rechazamos a los que no lo hacen. Decimos perdonar... pero guardamos rencor,
olvidándonos que el requisito para que Dios nos perdone es que nosotros
perdonemos a los que nos ofenden.
“El crecimiento espiritual es en
primer lugar, el despertar a las necesidades, luego el discernimiento de los
significados y finalmente el descubrimiento de los valores. La prueba de
verdadero desarrollo espiritual consiste en la exhibición de una personalidad
humana motivada por el amor, activada por el ministerio altruista y dominada por
la adoración sincera de los ideales de perfección de la divinidad. Y toda esta
experiencia constituye la realidad de la religión, en contraste con las solas
creencias teológicas.”1096
Dejemos de espantarnos o atemorizarnos ante el aparente
mal que reina en estos momentos y trabajemos en proveer al mundo de los frutos
del espíritu y confiemos en nuestro Padre y en nosotros mismos, porque siempre
¡el Amor es más Fuerte!