EL EGOÍSMO ES LA CAUSA DE TODA ENFERMEDAD
PREGUNTA:
En Tannhauser usted manifiesta que la enfermedad ayuda al crecimiento anímico en un grado
mayor o menor. También observo en la Conferencia Nro. 11, Visión y Percepción Espiritual,
que usted dice que la enfermedad es una manifestación de la ignorancia, y que en la
proporción en que el Cristo se forme en nosotros, alcanzaremos la salud. Estos dos pasajes no
me parecen reconciliables.
Respuesta: Sin embargo son muy reconciliables. Hasta que la vida de Cristo nos ilumine desde
adentro, no comprenderemos ni seguiremos las leyes naturales, y como consecuencia contraemos
enfermedades por nuestra ignorante contravención de estas leyes. Como escribe Emerson,
“Un enfermo es un delincuente sorprendido en flagrante delito: ha violado las leyes de la
naturaleza”. Por esto es por lo que es necesario que el Evangelio de Cristo sea predicado.
Todos debemos aprender a amar a Dios con todo nuestro corazón y con toda nuestra alma, y a
nuestros prójimos como a nosotros mismos, porque todas las dificultades en la vida,
reconozcámoslo o no, vienen de nuestro gran egoísmo. Si la función digestiva se desarregla,
¿cuál es la causa? ¿No es porque hemos sobrecargado nuestro sistema encolerizándonos y
agotando nuestra fuerza nerviosa tratando de conseguir que alguien favorezca nuestros planes
egoístas, y nos resentimos porque no hemos tenido éxito? En cada caso el egoísmo es la causa
primaria de las enfermedades, las aflicciones y las penas. El egoismo es el supremo pecado de
ignorancia que nos acosa.
MAX HEINDEL