Cuando el
hombre y Dios forman una asociación, no se puede poner limitación alguna sobre
las posibilidades futuras de tal asociación.
Libro de
Urantia. Pág.1229
Asociarse
con Dios es el mejor negocio que podemos realizar los seres humanos, porque la
relación que existe entre socios es en cierta forma igualitaria, uno aporta el
capital y el otro puede aportar su capacidades humanas para que el capital se
valorice cada día más, ambos aunque diferentes, tienen responsabilidades y
habitualmente las cumplen a la perfección, porque saben que se necesitan
mutuamente y aunque nos parezca mentira, Dios necesita del ser humano, porque
“Dios se puede realizar, sólo en los dominios de la experiecia
humana.”24
“Jesús es el lente espiritual en semejanza humana, que hace visible a
la criatura material a Aquél que es invisible. Él es vuestro hermano mayor que,
en la carne, hace que vosotros conozcáis un Ser de atributos infinitos a
quien ni siquiera las huestes celestiales pueden suponer comprender plenamente.
Pero todo esto debe consistir en la experiencia personal de cada
creyente. Dios que es espíritu puede ser conocido sólo como experiencia
espiritual. Dios puede ser revelado a los hijos finitos de los mundos
materiales, por el Hijo divino de los reinos espirituales, sólo como un
Padre.”1857
La vida
espiritual es un buen negocio y que me perdonen los puristas de lo espiritual,
pero es mi sensación, porque la espiritualidad está muy lejos de ser un
misticismo de adoración, porque no podemos olvidar que la verdadera adoración es
"la técnica de buscar en el Unico, la inspiración para servir a muchos" 1616
porque obras son amores y no buenas razones. Jesús en repetidas ocasiones nos
dijo que la fe sin obras es algo muerto, porque "la religión debe ennoblecer la
rutina de la vida diaria.1094" porque es en ella donde "nace la sabiduría del
hombre, a través de las pruebas y los errores de la experiencia
humana"58
Saber
aprovechar nuestras experiencias, debería ser nuestra principal preocupación,
porque es a través de ellas que estamos creando nuestra sobrevivencia eterna,
pues de nada nos servirán los bienes acumulados, ni los honores recibidos,
porque si no hemos sabido sacar el significado de ellos, perecerán con nuestra
muerte física. ¿de que le sirve al hombre ganar el mundo entero si al fin pierde
su alma?
Con Dios como
Socio, no sólo tendremos una vida fructífera y feliz sino que también nos
estaremos asegurando el pasaje a los mundos de
estancia.