La motivación egoísta y exclusiva de lucro es incompatible con
los ideales cristianos y mucho más incompatible con las enseñanzas de Jesús.
Libro de Urantia. Pág.805
Hoy en día está de
moda el condenar el lucro, y en principio hay razones poderosas para que así
sea, porque “ la economía motivada por el
lucro está destinada al fracaso, a no ser que los motivos de lucro puedan ser
superados por motivos de servicio. La competición despiadada que se basa en el
egoísmo de miras estrechas, a la larga, destruye aquello que procura
mantener.”805
Hay que hacer una gran diferencia entre lucro y
ganancia, pues el primero es una ganancia excesiva motivada por la codicia, en
favor de unos pocos y en deprimento de la mayoría, lo cual es simplemente
deplorable, pero hay que tener en cuenta que “no se ha de quitar el motivo del lucro a los hombres, hasta que
cuenten con sólidos tipos superiores de motivos desprovistos de fines lucrativos
para el empeño económico y el servicio social” .805
No confundamos el lucro, con el uso que hagamos de él, porque la
riqueza bien empleada puede ser una verdadera bendición, no sólo para quien la
posea, sino para todos aquellos que nos rodean y puedan disfrutar de ella,
porque “la fortuna
que corresponda a lo que ganaste con tus propios esfuerzos mentales y físicos,
si ha sido hecha con justicia y equidad, es verdaderamente tuya y ningún hombre
podrá negarte el derecho a conservar y usar tu riqueza, siempre y cuando el
ejercicio de este derecho, no perjudique en modo alguno a tus semejantes.” 1465
Cuando la riqueza deja de ser un medio y se convierte en un fin,
deja de cumplir con su misión de bienestar, no solo para el que la posea sino
para todos sus subordinados con quienes debería compartirla con equidad y
justicia. La riqueza no se puede adquirir ni mantener a costa del sudor ajeno,
porque ella “se debe administrar como guardián prudente y eficaz de los recursos
de una generación, para el beneficio de una generación próxima.”
1462
Los
políticos vociferan que se debe terminar con el lucro, pero ninguno de ellos,
está dispuesto a bajar los sueldos millonarios que ganan en el parlamento o en
sus propias empresas...
Hay una sola forma de
emplear bien el lucro y es cuando prima el amor, porque “sólo la hermandad puede
impedir que los fuertes opriman a los débiles.”805