Si no habéis demostrado visión e integridad en
los negocios de este mundo ¿ cómo podréis esperar ser fieles y prudentes cuando
se os encomienden las riquezas el reino celestial ?
Libro de Urantia. Pág. 1854
Durante siglos, las iglesias nos hicieron creer, que la riqueza y
la espiritualidad eran antagónicas, basándose en el viejo adagio de que es más difícil que un camello pase por el ojo
de un aguja, a que un rico entre en el Reino de los cielos. Pero la verdad es
que Jesús nunca condenó a los ricos, ni a la riqueza en sí misma, sino advirtió
los peligros que ella puede ocasionar cuando deja de
ser un medio y se convierte en un fin. "Guardaos de la codicia, la vida del hombre no consiste en la
abundancia de los bienes que posea. La felicidad no viene del poder de la
riqueza, ni el gozo surge de ella. La riqueza en sí, no es una maldición, pero
el amor a la riqueza, muchas veces conduce a una devoción tal por las cosas del
mundo, que el alma se enceguece a las realidades espirituales del reino de Dios
en la tierra y al regocijo de la vida eterna en el cielo.”
1841
“La espiritualidad
eleva la habilidad de descubrir la belleza en las cosas, de reconocer la verdad
en los significados y la bondad en los valores 1096", supone un estado de armonía y unión con Dios
y con los hombres, por tanto por la ley de Causa y Efecto, debiéramos suponer
que toda persona que vive su espiritualidad, necesariamente tiene que tener un
pasar confortable, que le permita desarrollarse como ser humano en plenitud.
Jesús incluso hacía un parangón entre la pobreza material y la espiritual
diciendo: “Yo afirmo que el que es fiel
en lo pequeño, también será fiel en lo grande y el que es injusto en lo pequeño
también lo será en lo grande. Si no habéis demostrado visión e integridad en los
negocios de este mundo ¿ cómo podréis esperar ser fieles y prudentes cuando se
os encomienden las riquezas el reino celestial ?
1854"
Una vez más Jesús rompe nuestros esquemas religiosos,
porque nos enseña que “el hombre crece conscientemente desde lo material a lo
espiritual, por la fuerza poder y persistencia de sus
propias decisiones.”1282 No basta rezar porque “la oración, a menos que esté
vinculada a la voluntad y a las acciones espirituales personales y de los
supervisores matriales del reino, no pueden tener efecto directo sobre el medio
ambiente físico.”999 trabajemos en nosoros mismos, para que nuestra mente se
convenza que el éxito material es aliado de nuestra espiritualidad porque
¿podremos esperar ser fieles y prudentes cuando se nos encomienden las riquezas
el reino celestial.” 1854
yolanda silva solano yosis282@gmail.com