Mientras os dedicáis a la obtención de las
realidades eternas, debéis también disponer para las necesidades de la vida
temporal.
Libro de
Urantia. Pág.1778
“Aunque el espíritu sea nuestra meta, la
carne es un hecho. Ocasionalmente, puede
que lo necesario para vivir caiga en nuestras manos por casualidad, pero en
general, debemos trabajar con inteligencia para conseguirlo. Los dos problemas principales de la vida son
ganarse la vida temporal y obtener la supervivencia eterna. Aun el problema de ganarse la vida, necesita
de la religión para su solución ideal.
Estos dos problemas son altamente personales, porque la verdadera
religión de hecho, no funciona separada del individuo” 1778.
Cuando estamos pasando por
una mala racha económica, no desperdiciemos nuestro tiempo y nuestras energías
culpando a la crisis, a otras personas o lo que es peor, a la mala suerte. El destino nos lo hacemos nosotros día a
día. Debemos aprender de nuestros
errores, en vez de ignorarlos. Es
preciso saber aprovechar nuestros fracasos, aprender de ellos y no permitir que
el desánimo se apodere de nosotros, si nuestra mente está abierta y receptiva,
podemos aprender mucho de las dificultades y de los fracasos. Los obstáculos los podemos utilizar como un
trampolín para alcanzar el éxito, utilizando la energía negativa para
transmutarla en energía positiva.
Nuestra mente está capacitada para esta alquimia espiritual, sólo de
nosotros depende que sepamos utilizar este poder mental. “La vida será una carga pesada a menos que
aprendas a enfrentar los fracasos con donaire.
Es un arte aceptar las derrotas.
Debes saber como aprender sin perder el camino ni el ánimo, no debes
temer al desencanto” 1779.
Si queremos triunfar, debemos también tener
un buen concepto de nosotros mismos, debemos aprender a querernos y sentirnos
capaces de hacer grandes cosas. Recordemos nuestra filiación divina, un hijo de
Dios no tiene por qué sentirse inferior a nadie, por el contrario debemos tomar
conciencia que “con Dios todo es posible”. Creer en Él y en nosotros mismos es
básico para cualquier cosa que queramos conseguir pues, “Él da esfuerzo al
cansado y multiplica las fuerzas al que no tiene ninguna”. El Señor nos dice: “No temas, porque Yo estoy
contigo, no desmayes, porque Yo soy tu Dios.
Os fortificaré y os ayudaré porque soy el Señor vuestro Dios y sostendré
vuestra mano derecha diciéndoos, no temáis porque Yo os ayudaré” l392.
Fe, pensamiento y acción, estos tres
elementos bien coordinados sin lugar a dudas nos llevarán al éxito que
necesitamos para servir mejor al Señor, porque en la medida que tengamos los
medios suficientes podremos contribuir más eficazmente a ayudar a nuestros
hermanos más desposeídos.
La fe crea confianza, nos da paz mental y
libera al alma de sus dudas, preocupaciones,
ansiedades y miedos. Tengamos fe,
esperanza y optimismo en nosotros mismos, si la duda nos oprime, simplemente
unámonos al poder divino que hay en nosotros y repitamos una y otra vez “Querer
es poder” y la confianza volverá a nuestro corazón.
La acción es la realización real de lo que
pensamos. Jesús nos dice que la fe sin obras es muerta, las palabras se las
lleva el viento. “Dios responde a la actitud del alma, no a las palabras”1002
porque “las llaves del Reino son sinceridad y más sinceridad y cuando los
hombres las usan mediante decisiones y más decisiones avanzan en el estado
espiritual.”435 pues entonces “la mente se vuelve mediadora entre las cosas
materiales y las realidades espirituales.”
yolanda
silva solano yosis282@gmail.com