EL CRISTO CÓSMICO Y EL PLAN DE REDENCIÓN
Cuando decimos que el mundo del Espíritu de Vida es el Mundo Hogar del Cristo Cósmico, no significa que Su Ministerio esté limitado a ese Mundo.
El Cristo pertenece a la oleada de Vida de los Arcángeles, la humanidad del Período Solar. El había alcanzado la unión con el Segundo Aspecto (Sabiduría) del Logos Original en el Período Solar.
En la aurora del Período Terrestre El estuvo preparado, junto con Jehová y el Padre para asumir el gobierno de la evolución del Período de la Tierra.
Como Arcángel, todavía poseía el átomo-simiente de un cuerpo de deseos, como los otros Arcángeles y podía manifestarse en ese cuerpo cuando lo deseara, pero no podía crear un cuerpo etérico ni un cuerpo físico denso.
Aunque el Logos Solar había creado el Arquetipo de la evolución de nuestro sistema Solar desde sus siete Períodos Mundiales, hasta el más pequeño átomo, a la Vida evolucionante se le concedió cierta medida de libre albedrío. A causa de esto surgió una situación en el Período Lunar en la que los Luciferes se rebelaron contra el esquema evolucionario de Jehová.
Este era un asunto que tenía que ser resuelto y por el tiempo en que alboreó el Período de la Tierra ya había sido formulado un Plan de Salvación mediante el cual el Arcángel Cristo descendería sobre el gran Iniciado humano Jesús de Nazaret, tomando prestados para Su ministerio los dos vehículos necesarios para una encarnación sobre el planeta Tierra: los cuerpos etéricos y físico que Jesús había llevado a un estado de casi perfección en la medida en que tal cosa le era posible a un ser humano en ese tiempo.
Él, Jesús, voluntariamente cedió esos cuerpos en el bautismo que tuvo lugar en el Jordán, para que el Arcángel Cristo pudiese trabajar por nuestra humanidad desde adentro y por nuestro planeta desde dentro del Globo mismo.
Hay dos aspectos del Plan de Redención de Cristo: uno por medio del cual el Mesías Jesús y el Arcángel Miguel, Espíritu de Raza de los Judíos, deberían llevar al pueblo y a la nación hebrea a un nuevo patrón mundial; el otro por medio del cual el Cristo Cósmico iba a redimir a toda la humanidad y al planeta mismo, que había llegado a cristalizarse más allá de lo previsto en el Arquetipo del esquema evolucionario creado por el Logos de nuestro sistema.
Hemos dicho que antes que comenzase el Período de la Tierra el Logos Solar original se retiró y entregó el trabajo evolucionario en manos de los Tres Grandes Iniciados de los Períodos anteriores de nuestro Gran Día de Manifestación: el Padre, el Cristo y Jehová (El Espíritu Santo). Estos eran los vice regentes del Logos Solar para llevar a cabo su voluntad. Con un plan tan vasto y que todo lo incluía, era natural que los videntes de todas las naciones tuvieses conocimiento de él y que por lo tanto se encontrasen profecías acerca del advenimiento de un Salvador del Mundo en la literatura sagrada de todos los pueblos.
El Antiguo Testamento de los hebreos conservó algunas de estas profecías pero también se encuentran en las sagradas escrituras de otros pueblos, tales como el de los egipcios quienes más de dos mil años antes de Cristo habían profetizado ya la venida de un divino Rey Pastor.
Extraños y hermosos acontecimientos debían anunciar Su Venida. La Cábala dice que cuando llegase el Mesías, el arco iris debía resplandecer con diversos esplendores, sobrepasando cualquier cosa que la tierra hubiese visto alguna vez.
Tal arco iris es tal vez más semejante a una aurora que a un arco visto después de la lluvia; aunque el arco iris fue dado como Señal o Promesa del Mesías, con sus tres colores primarios que son capaces de refractarse en muchos más. Esta es la "Señal del Maestro" que se menciona en la literatura esotérica; representa la aureola que rodea a todo Adepto humano, así como a los Ángeles y Dioses.
Todos los Seres elevados de la evolución de nuestro sistema Solar desarrollan esta triple aureola. Simboliza la triple cubierta del Espíritu Virginal y su reflejo en el Dorado Vestido de Bodas en los planos inferiores. Cosmicamente significa el Triple Sol o Trinidad Solar
Los Habitantes de los Planos
Capítulo V
del libro "Temas Rosacruces" Tomo Segundo, de la Fraternidad Rosacruz de Max Heindel