La actualidad de la existencia de Dios se
demuestra en la experiencia humana por el hecho que dentro de él tiene la
presencia divina.
Libro de
Urantia. Pág.24
Se suele identificar la adoración con una actitud de reverencia
hacia Dios, y se nos olvida que para criaturas finitas como nosotros, sería
imposible relacionarnos con El Padre Universal, si no fuese por el
autoototgamiento de Micael que hizo posible “la llegada del Espíritu de la Verdad pues Pentecostés, posibilitó una
religión que no es ni radical ni conservadora; ni antigua ni nueva; no esta
dominada ni por los viejos ni por los jóvenes. El hecho de la vida terrenal de
Jesús provee un punto fijo para el ancla del tiempo, mientras que el
otorgamiento del Espíritu de la Verdad provee la expansión eterna y el
crecimiento interminable de la religión que él vivió y del evangelio que él
proclamó. El espíritu guía a toda la verdad; es el maestro de una religión en
expansión y constante crecimiento, de progreso sin fin y desarrollo divino. Este
nuevo maestro se revela por siempre para el creyente que busca la verdad, lo que
estuvo tan divinamente contenido en la persona y naturaleza del Hijo del
Hombre”.2094
“La
actualidad de la existencia de Dios se demuestra en la experiencia humana por el
hecho que dentro de él tiene la presencia divina, el Espíritu enviado desde el
Paraíso para residir en la mente mortal del hombre y allí ayudar a la evolución
del alma inmortal de supervivencia eterna.- Los que conocen a Dios han
experimentado el hecho de su presencia; tales mortales conocedores de Dios
poseen en su experiencia personal, la única prueba positiva de la existencia del
Dios viviente la cual puede ofrecer un ser humano a otro. La existencia de Dios,
está totalmente más allá de toda posibilidad de demostración salvo por el
contacto entre la conciencia de Dios en la mente humana y la presencia de Dios
en la forma del Ajustador del Pensamiento que mora en el intelecto mortal y que
es otorgado al hombre como la dádiva gratuita del Padre
Universal.”24
“Dios,
habiendo mandado al hombre que sea perfecto, así como él es perfecto, ha
descendido en forma de Ajustador para tornarse el socio experiencial del hombre
en el logro del destino excelso que ha sido así ordenado. El fragmento de Dios
que reside en la mente del hombre es el seguro absoluto y no condicionado de que
el hombre puede encontrar al Padre universal en asociación con este Ajustador
divino, que vino de Dios para encontrar al hombre y afiliarlo aun en los días de
la carne.”1126
“La
revelación de la verdad acerca de Dios está comenzando a aparecer, y la raza
humana está destinada a conocer al Padre Universal en toda esa belleza de
carácter y hermosura de atributos que tan magistralmente describió el Hijo
Creador que residió en Urantia como el Hijo del Hombre y el Hijo de Dios.”60 Por
tanto, no hagamos de nuestra adoración algo diferente, tan especial que nos
aleje de nuestra realidad, más bien “ no paséis por alto el hecho de que el
Espíritu de la Verdad fue otorgado a todos los creyentes sinceros; este don del
espíritu no vino solamente a los apóstoles. Este nuevo maestro fue otorgado a la
humanidad, y todas las almas lo recibieron según su amor a la verdad y su
capacidad de captar y comprender las realidades espirituales. Por fin, la
religión verdadera se libera de la custodia de los sacerdotes y de todas las
castas sagradas, y encuentra su manifestación real en el alma de cada
hombre.”2092
La
verdadera adoración siempre estará vinculada a nuestra vida cotidiana y a
nuestro deseo sincero de servir siempre a nuestros hermanos en todos los
aspectos, porque “conocerlos, entender sus problemas y aprender a amarlos, es la
suprema exoeriencia de la vida.”1431
yolanda
silva solano yosis282@gmail.com
.
El otorgamiento del Espíritu de la Verdad aconteció
independientemente de toda forma, ceremonia, lugar sagrado y conducta especial
por parte de los que recibieron la plenitud de su manifestación. Cuando el
espíritu descendió sobre los que se encontraban en el aposento superior, ellos
simplemente estaban sentados allí, después de haber orado en silencio. El
espíritu descendió tanto en el campo como en la ciudad. No fue necesario que los
apóstoles se retiraran a un lugar aislado y que pasaran años de meditación
solitaria para recibir el espíritu. Para siempre, Pentecostés disocia la idea de
la experiencia espiritual del concepto de un medio ambiente particularmente
favorabl