Alguna vez
comprenderán los hijos del Reino, que las sensaciones fuertes de emoción no
equivalen a la guía del espíritu
divino.
Libro de Urantia.
Pág.1776
¿Cuál sería nuestra respuesta si Jesús al
igual que lo hizo con el viajero británico nos preguntara: ¿Has probado sinceramente alguna vez hablar
con el Espíritu de tu propia alma?. El
nos advierte que no es fácil hacerlo porque es preciso aquietarse, dejar el
bullicio externo y también el interno, necesitamos tiempo, silencio y
disposición para escuchar la voz de nuestro espíritu, pero aun cuando hayamos
logrado todo esto, tampoco podemos fantasear diciendo que hemos escuchado su voz
porque podemos caer en un error y en un fanatismo con ribetes de
espiritualidad.
“Vosotros os comunicáis con
vuestro Ajustador en grados variables y cada vez más, a medida que ascendéis los
círculos psíquicos, a veces directamente, pero con mayor frecuencia en forma
indirecta. Es peligroso jugar con la idea de que cada nuevo concepto que se
origina en la mente humana sea dictado por el Ajustador. Más frecuentemente, en los seres de vuestra
orden, aquello que aceptáis como la voz del Ajustador, es en realidad la
emanación de vuestro propio intelecto.
Este es terreno peligroso y cada ser humano debe solucionar estos
problemas por sí mismo de acuerdo con su sabiduría humana natural y su
discernimiento superhumano” 1208.
“Alguna vez
comprenderán los hijos del reino, que las sensaciones fuertes de emoción no
equivalen a la guía del espíritu
divino. Si se siente una fuerte y
extraña emoción en pos de hacer algo o de ir a cierto lugar, no significa esto
necesariamente que tales impulsos se originen en el espíritu
residente”1776. “Prestad atención a mis
palabras, nada de lo que toque la naturaleza humana puede ser considerado
infalible. Indudablemente podrá brillar
la verdad divina a través de la mente humana, pero siempre con pureza relativa y
divinidad parcial” 1768.
Lo importante es tener una
conciencia alerta, para reconocer las señales divinas que continuamente se
presentan como imprevistos, para que afloren nuestras energías dormidas en la
monotonía de nuestra vida.
yolanda silva solano yosis282@gmail.com