La religión de Jesús
rompió todas las restricciones nacionales y las cadenas raciales.
Libro de Urantia.
Pág.2063
En este momento de la humanidad, es indiscutible que las
diferencias raciales, religiosas y culturales existen y son necesarias hasta que
el hombre no evolucione, sin embargo, no ocurre lo mismo a nivel espiritual,
porque “el día de Pentecostés la religión de Jesús rompió todas las
restricciones nacionales y las cadenas raciales. Es por siempre verdad que donde
se encuentra el espíritu del Señor, se encuentra la libertad. En este día el
espíritu de la Verdad se tornó el don personal del Maestro para cada mortal. No
paséis por alto el hecho que el Espíritu de la Verdad fue otorgado a toda la
humanidad” 2063.
“Los mortales de los
dominios del tiempo y el espacio pueden diferir mucho en capacidades innatas y
en dotes intelectuales, pueden contar con ambientes excepcionalmente favorables
al avance social y al progreso moral, o bien pueden sufrir de la carencia de
casi toda ayuda humana a la cultura y a los supuestos avances en las artes de la
civilización; pero las posibilidades del progreso espiritual en la carrera de la
ascensión son iguales para todos; es posible alcanzar niveles crecientes de
discernimiento espiritual y de significados cósmicos independientemente de todas
las diferencias,”65
“Ante Dios y el mundo espiritual, todos los mortales
están en igualdad de condiciones. Ante los ojos de Dios sólo existen dos grupos
de mortales: los que desean hacer su voluntad y los que no lo desean. La
humanidad se puede clasificar con propiedad en muchas clases, conforme a
diferentes clasificaciones, desde un punto de vista físico, mental, social,
vocacional o moral, pero cuando estas diferentes clases de mortales, comparecen
ante el tribunal de Dios, lo hacen en igualdad de condiciones. Dios no tiene
favoritos” 1468.
“Para siempre Pentecostés disocia la idea de la
experiencia espiritual, del concepto de un medio ambiente particularmente
favorable. La universalidad de la religión de Jesús y del evangelio del reino,
no debían identificarse específicamente con ninguna raza, cultura o idioma”
2064.
Si los
que nos llamamos seguidores de Jesús viviéramos sus enseñanzas ¡qué diferente
sería este mundo!
yolanda silva solano yosis282@gmail.com