Cada día
que vive un verdadero creyente, le resulta más fácil hacer lo que es
recto.
Libro de
Urantia. Pág.1740
A los que
nos llamamos creyentes, nos falta la fe y el optimismo para confiar en que a
pesar de todo el mal aparente, “la evolución humana, sigue progresando y que la
revelación de Dios al mundo, en Jesús y por Jesús, no fracasará.”
2097
Nos falta la
alegría de vivir y poder dar testimonio así, que nuestra religión no es un
conjunto de normas negativas y prohibiciones, como lo era en el Antiguo
Testamento, porque la Buena Nueva que Jesús nos trajo, está impregnada no sólo
de conocimiento y sabiduría, sino también de una profunda paz espiritual y
alegría compartida.
La verdad,
es que “los que aceptan esta enseñanza, se llenan de alegría y su corazón los
impulsa a regocijarse para siempre. Una felicidad en crecimiento constante, es
siempre la experiencia de todos los que están seguros de Dios” 1766 y esta
seguridad nos la da, el creer en el amor paternal de Dios hacia nosotros, lo
cual aumenta nuestra confianza y fuerza para hacer su voluntad, porque sin duda,
ella es lo mejor para nosotros.
Recordemos que “los candidatos a la vida eterna,
practican una técnica vigorizante y constructiva para para enfrentarse a los
agobios de la vida y así cada día que vive un verdadero creyente, le resulta más
fácil hacer lo que es recto.”1740
yolanda silva solano yosis282@gmail.com