El hombre puede ser un gusano en el
polvo, por su naturaleza y origen, pero cuando lo habita el Espíritu divino, ese
mismo hombre se vuelve divino en su destino.
Libro de Urantia.
Pág.1676
El síndrome de Münchausen es una
enfermedad psiquiátrica, que se caracteriza por inventarse y fingir dolencias o
incluso provocárselas a sí mismo, mediante la ingesta de medicamentos o mediante
autolesiones para llamar la atención de los médicos, y ser tratado como un enfermo.
Tal vez Uds. mis amigos se estén
preguntando que tiene que ver este síndrome, con las enseñanzas del Libro de
Urantia y de inmediato yo les contesto que tiene mucho que ver, porque entre los
que nos llamamos creyentes se está acentuando este síndrome a nivel espiritual. Porque nos sentimos abrumados de
todo lo malo que ocurre en el mundo, llámense guerras, intolerancia racial y
religiosa, desastres naturales y corrupción a todo nivel.
Esto no es nuevo,
sólo que ahora gracias al poder de la tecnología, las comunicaciones se recibe
en forma masiva e inmediata, pero “nuestros antepasados estaban acostumbrados a
ver a Dios en casi todas las cosas que sucedían. Relacionaban a Dios, tanto con el bien como
con el mal y tenían por costumbre considerar las emociones inusitadas diciendo:
Dios me habló y me dijo esto o aquello y de allí se tornó costumbre de creer que
El los conducía a la tentación para probarlos, castigarlos y fortalecerlos. Esto
es un error, pues los hombres son conducidos a la tentación solamente por el
ímpetu de sus propósitos egoístas y los impulsos de su naturaleza
animal”1738
Este síndrome difícil de pronunciar
y de escribir, también se sufre a nivel personal y emocional, cada vez que nos
arrancamos del presente y nos angustiamos por un porvenir que no nos pertenece o
cuando seguimos sufriendo por la ofensa que nos hicieron hace un tiempo, pero
que nos resulta imposible de olvidar, sin darnos cuenta que nos estamos
agrediendo a nosotros mismos.
Las quejas repetitivas por lo que
nos ocurre, sin responsabilizarnos de la culpa que en ellas tenemos, es otro
síntoma que nos impide avanzar en nuestro camino evolutivo, porque estamos
inventando excusas para no tomar nuestro destino en nuestras manos, el cual a
pesar de nuestro origen animal, tiene un destino divino, porque “el hombre puede
ser un gusano en el polvo,por su naturaleza y origen, pero cuando lo habita el
espíritu divino, ese mismo hombre se vuelve divino en su
destino.”1676
Pero en vez de reconocer y ponernos
a trabajar seriamente en reciclar nuestros defectos, y cosechar los frutos del
espíritu que son: “el amor, la alegría, la paz, la resignación, la dulzura, la
bondad, la fe, la humildad y la justicia”381 nos conformamos con las píldoras
calmantes de los rezos recitados sin conciencia alguna de lo que estamos
diciendo, o en leer libros sagrados sin preocuparnos de sacar el significado de
lo que hemos leído y con estas prácticas, en vez de que nuestra conciencia
despierte a la fe viva, se duerme más al amparo de las creencias estáticas y
muertas.
yolanda silva solano yosis282@gmail.com