La vida será una carga pesada a
menos que aprendas a enfrentar los fracasos con sabiduría, porque es un arte el
aceptar las derrotas, debes aprender cómo perder sin que te falte el ánimo, no
te dejes vencer por la desilusión. No vaciles jamás en aceptar el fracaso y no
intentes ocultarlo con sonrisas engañosas y falso optimismo.”1779
Es bueno
aprender de los fracasos y afrontar con buen ánimo las dificultades, pero
recordemos que Jesús no considera la vida como un valle de lágrimas, sino como
una pradera de oportunidades, pues verdaderamente “los que aceptan esta
enseñanza se llenan de alegría y su corazón los impulsa a regocijarse para
siempre y una felicidad en crecimiento constante es siempre la experiencia de
los que están seguros de Dios.”1766
Por eso, los
urantianos deberíamos esforzarnos para que los fracasos y las dificultades
fuesen sólo aves de paso y que nos convenciéramos que la serenidad y la alegría
son un estado de conciencia que nos permite renacer cada día, porque “al
sentirnos nacidos del espíritu y feliz en el Reino, comenzaremos a rendir en
nuestra vida diaria, los frutos del espíritu. !602
Recordemos que
Jesús impuso una actuación positiva en pos de la nueva religión del espíritu.
No es suficiente “creer” es preciso “hacer” lo que el evangelio requiere. “La
religión no consiste en servicio social, sino más bien el servicio social es uno
de los efectos seguros, de la posesión del espíritu verdadero de la religión.
”1759