Os
regocijáis de que el Hijo del Hombre ha resucitado de entre los muertos, porque
así sabéis que vosotros y vuestros hermanos también sobreviviréis al
fallecimiento mortal.
Libro de
Urantia. Pág.2054
Jesús derrotó a la muerte, en honor y majestad vuelve a la casa
de su Padre , porque es El quien abrió las puertas del Paraíso a todos los
mortales, quienes después de nuestra muerte física tenemos la seguridad que la
verdadera Vida continúa, porque al igual que Jesús "cuando el hombre muere, el
espíritu comienza a alzar el vuelo en el gran viaje de retorno al hogar.”
1452
“Vosotros os regocijáis de que el Hijo del
Hombre ha resucitado de entre los muertos, porque así sabéis que vosotros y
también vuestros hermanos, sobreviviréis al fallecimiento mortal. Pero esa
sobrevivencia depende de hayáis primero, nacido del espíritu.”2054
Lo único que se requiere para ganar la
sobrevivencia eterna es desearla con toda nuestra alma, no es el temor al
castigo ni a las penas de un infierno que no existe, sino el amor a nuestro
Padre, que nos motiva a trabajar diariamente por conseguir esa vida eterna, que
nos acercará paulatinamente a la perfección. La fe es un don de Dios, pero la
salvación eterna la debemos ganar cada uno de nosotros, con obras relacionadas
con el amor y el servicio hacia nuestros hermanos .
“Lo que mi Padre me envió
a establecer en el mundo no pertenece ni a una raza, ni a una nación, ni a un
grupo especial de predicadores. Este evangelio del reino pertenece a todos
hombres, sin excepción, Todos debéis proclamar este evangelio de amor y de
verdad mediante la vida que vivís en la carne. Os amaréis los unos a los otros
con un afecto nuevo y sorprendente, tal como yo os he amado. Serviréis a la
humanidad con una devoción nueva y extraordinaria, tal como yo os he servido.
Cuando los hombres vean que los amáis y servís así, percibirán que sois
hermanos por la fe en el reino de los cielos, y seguirán al Espíritu de la
Verdad que verán en vuestra vida.”
2044
No permitamos que los
sentimientos de fervor que hemos sentido durante estos días, se los lleve el
viento, Jesús sigue entre nosotros ofreciéndonos su paz, y recordándonos el
motivo de su autootorgamiento y de su resurrección, en espera que sus enseñanzas
se vean reflejadas en nuestra vida cotidiana y de esta manera todos los que nos
vean, sabrán que somos sus
discípulos
.yolanda silva solano yosis282@gmail.com
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