Todos los conceptos estáticos son
potencialmente malignos. La verdad relativa y viviente está en continuo
movimiento.
Libro de Urantia.
Pág.1436
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Ver la vida a
través de los ojos de la fe nos permite ver más allá de las personas y de las
cosas corrientes de la vida. Ver más
allá de las apariencias, agudiza no sólo la percepción de nuestros sentidos,
sino que también nos ayuda para comprender la realidad de las cosas no vistas
por el común de los hombres.
La fe nos permite encontrar el significado
en el lenguaje simbólico y silencioso de los acontecimientos, porque ellos nos
enseñan que sólo se evoluciona por el choque
de fuerzas opuestas, porque ellas nos obligan a usar nuestro albedrío con la
sabiduría oculta en lo más íntimo del ser.
Para comprender la verdad uno debe abrirse, desbloquearse y
desprogramarse, dejar de actuar como lo hacemos siempre, cambiar nuestros
hábitos porque ellos nos mecanizan y nos duermen. “Todos los conceptos estáticos
son potencialmente malignos. La verdad relativa y viviente está en continuo
movimiento.”1436
Creer, no requiere
de ningún esfuerzo, evolucionar sí.
Evolucionar es algo que compromete y que produce cambios de toda
índole. Cambiar es desarmar los
automatismos, deshacer nuestros núcleos oníricos y los bloqueos emocionales,
porque si estamos llenos de rencor o de mentira, la mejor de las verdades se va
a convertir en mentira. “El verdadero
destino del hombre consiste en la creación de nuevas metas espirituales y luego
responder a los atractivos cósmicos de tales metas excelsas, de valor no
material” 141.
Cuando Jesús era adolescente se decía de él “está desarrollando el arte
de ajustar sus aspiraciones a las demandas convencionales de los acontecimientos
humanos, está a punto de dominar la técnica de utilización de la energía del
impulso espiritual para mover el mecanismo del logro material. Lentamente está aprendiendo a vivir su vida
espiritual mientras continúa viviendo su vida terrestre.”1405
¡Qué hermoso,
consolador y estimulante es comprobar que la evolución no es un don divino, sino
que es un arte que hay que aprender con mucho esfuerzo y perseverancia a traves
de lo que nos acontece. Jesús, el Hijo de
Dios, quiso ser uno de nosotros para mostrarnos en la práctica, como llegar al
Padre y acercarnos a nuestros hermanos. “El
destino de la eternidad está determinado de momento a momento por los logros del
vivir día a día., pues las acciones de hoy son el destino del mañana”
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yolanda silva solano yosis282@gmail.com