Podemos conocer a Dios en nuestra alma, por medio de
la experiencia personal.
Libro
de Urantia. Pág. 1453.
Así como
nuestras mentes tienen como función natural trabajar con hechos y significados
intelectuales, nuestras almas tienen la labor de trabajar con valores e ideales
espirituales. Es con el alma, que
podemos percibir a Dios porque no podemos “buscar a Dios mediante el conocimiento, pero podemos
conocerlo en nuestra alma por medio de la experiencia personal” 1453.
“La
fusión con el Ajustador señala el hecho de que el mortal ascendente ha elegido
perdurablemente y sin ninguna reserva hacer la voluntad del Padre” 1219, pero
esta fusión no es definitiva, permanentemente debemos estar trabajando en ello
porque “el Ajustador donado al hombre es
impermeable al mal e incapaz de pecar, pero la mente mortal puede efectivamente
ser distorsionada, torcida y volverse malvada por las maquinaciones pecaminosas,
de una voluntad humana perversa y auto gratificante”1217
“El hombre es
criatura con libre albedrío, lo que constituye su mayor oportunidad y su suprema
responsabilidad cósmica”1233, por tanto sólo de nuestro trabajo espiritual
permanente, depende la evolución y por ende, la salvación de nuestra alma,
porque ella no es algo que el individuo trae al nacer, sino que es una
posibilidad que puede o no desarrollarse, todo depende de nuestra autoconciencia
y de nuestra capacidad para desarrollarla, porque “la criatura no puede evadir
el destino de sus acciones”1447 y “ni siquiera el amor infinito de Dios podrá
imponer la salvación de la vida eterna a una criatura mortal que no elija
sobrevivir. La misericordia otorga dones
con gran liberalidad, pero después de todo, existen mandatos de la justicia que
no pueden ser efectivamente otorgados, ni siquiera por la fuerza combinada del
amor y la misericordia” 1639.
No olvidemos que “los Ajustadores guían, pero nunca dominan la mente del
hombre contra su voluntad, para los Ajustadores, la voluntad del hombre es
suprema” 1217.
yolanda silva solano yosis282@gmail.com