Os doy un nuevo mandamiento: que os améis los
unos a los otros, como yo os he amado.
Libro de Urantia. Pág.1944
Para cumplir este maravilloso precepto, no
necesitamos un templo, ni alejarnos a meditar a la montaña, es en la vida
cotidiana, en medio de las ocupaciones comunes que debemos esforzarnos por
vivir en armonía y por comprender cada vez más a todos y cada uno de nuestros
hermanos.
Recordemos que “el cuerpo físico de los
mortales es el templo de Dios”26 por tanto nada de lo que hace un hijo de Dios
es ordinario.”2049
Si cumplimos con la regla de oro, no
necesitaremos ni la elocuencia para convencerlos de nuestra fe, ni de ningún
otro medio de presión, porque nuestras obras serán el mejor de los ejemplos y
la mejor prédica o argumento, porque en ellas estará implícita la religión del
espíritu, la única realmente válida, porque es "la actitud de un
alma individual, en sus relaciones conscientes con el Creador.1603"
Ser espirituales y renacer cada día a una
mejor vida, no es tarea fácil que pueda conseguirse en un día de fervor o de
penitencia, requiere de esfuerzo y constancia para mantener viva la sinceridad
de nuestras intenciones, porque " El hombre no puede esperar vivir de
acuerdo con sus ideales más elevados, pero puede ser fiel a su propósito de
encontrar a Dios y de tornarse cada vez más como Él.1133"
Yolanda silva solano yosis282@gmail.com