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General: Fiesta de Todos Los Santos
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De: Atlantida (Mensaje original) |
Enviado: 31/10/2017 02:10 |
Solemnidad litúrgica. 1 de noviembre
Solemnidad
de Todos los Santos que están con Cristo en la gloria. En el gozo único
de esta festividad, la Iglesia Santa, todavía peregrina en la tierra,
celebra la memoria de aquellos cuya compañía alegra los cielos,
recibiendo así el estímulo de su ejemplo, la dicha de su patrocinio y,
un día, la corona del triunfo en la visión eterna de la divina Majestad.
Este
día se celebran a todos los millones de personas que han llegado al
cielo, aunque sean desconocidos para nosotros. Santo es aquel que ha
llegado al cielo, algunos han sido canonizados y son por esto propuestos por la Iglesia como ejemplos de vida cristiana.
Solemnidad
de Todos los Santos que están con Cristo en la gloria. En el gozo único
de esta festividad, la Iglesia Santa, todavía peregrina en la tierra,
celebra la memoria de aquellos cuya compañía alegra los cielos,
recibiendo así el estímulo de su ejemplo, la dicha de su patrocinio y,
un día, la corona del triunfo en la visión eterna de la divina Majestad.
Este
día se celebran a todos los millones de personas que han llegado al
cielo, aunque sean desconocidos para nosotros. Santo es aquel que ha
llegado al cielo, algunos han sido canonizados y son por esto propuestos por la Iglesia como ejemplos de vida cristiana. ¿Como alcanzar la santidad?
- Detectando el defecto dominante y planteando metas para combatirlo a corto y largo plazo.
- Orando humildemente, reconociendo que sin Dios no podemos hacer nada.
- Acercándonos a los sacramentos.
Un poco de historia
La primera noticia que se tiene del culto a los mártires es una carta
que la comunidad de Esmirna escribió a la Iglesia de Filomelio,
comunicándole la muerte de su santo obispo Policarpo,
en el año156. Esta carta habla sobre Policarpo y de los mártires en
general. Del contenido de este documento, se puede deducir que la
comunidad cristiana veneraba a sus mártires, que celebraban su memoria
el día del martirio con una celebración de la Eucaristía. Se reunían en
el lugar donde estaban sus tumbas, haciendo patente la relación que
existe entre el sacrificio de Cristo y el de los mártires
La veneración a los santos llevó a los cristianos a erigir sobre las
tumbas de los mártires, grandes basílicas como la de San Pedro en la
colina del Vaticano, la de San Pablo, la de San Lorenzo, la de San
Sebastián, todos ellos en Roma.
Las historias de los mártires se escribieron en unos libros llamados
Martirologios que sirvieron de base para redactar el Martirologio
Romano, en el que se concentró toda la información de los santos
oficialmente canonizados por la Iglesia. Cuando
cesaron las persecuciones, se unió a la memoria de los mártires el
culto de otros cristianos que habían dado testimonio de Cristo con un
amor admirable sin llegar al martirio, es decir, los santos confesores.
En el año 258, San Cipriano,
habla del asunto, narrando la historia de los santos que no habían
alcanzado el martirio corporal, pero sí confesaron su fe ante los
perseguidores y cumplieron condenas de cárcel por Cristo. Más
adelante, aumentaron el santoral con los mártires de corazón. Estas
personas llevaban una vida virtuosa que daba testimonio de su amor a
Cristo. Entre estos, están san Antonio
(356) en Egipto y san Hilarión (371) en Palestina. Tiempo después, se
incluyó en la santidad a las mujeres consagradas a Cristo.
Antes del siglo X, el obispo local era quien determinaba la autenticidad
del santo y su culto público. Luego se hizo necesaria la intervención
de los Sumos Pontífices, quienes fueron estableciendo una serie de
reglas precisas para poder llevar a cabo un proceso de canonización, con
el propósito de evitar errores y exageraciones.
El Concilio Vaticano II reestructuró el calendario del santoral:
Se disminuyeron las fiestas de devoción pues se sometieron a revisión
crítica las noticias hagiográficas (se eliminaron algunos santos no
porque no fueran santos sino por la carencia de datos históricos
seguros); se seleccionaron los santos de mayor importancia (no por su
grado de santidad, sino por el modelo de santidad que representan:
sacerdotes, casados, obispos, profesionistas, etc.); se recuperó la
fecha adecuada de las fiestas (esta es el día de su nacimiento al Cielo,
es decir, al morir); se dio al calendario un carácter más universal
(santos de todos los continentes y no sólo de algunos). Más
adelante, aumentaron el santoral con los mártires de corazón. Estas
personas llevaban una vida virtuosa que daba testimonio de su amor a
Cristo. Entre estos, están san Antonio
(356) en Egipto y san Hilarión (371) en Palestina. Tiempo después, se
incluyó en la santidad a las mujeres consagradas a Cristo.
Antes del siglo X, el obispo local era quien determinaba la autenticidad
del santo y su culto público. Luego se hizo necesaria la intervención
de los Sumos Pontífices, quienes fueron estableciendo una serie de
reglas precisas para poder llevar a cabo un proceso de canonización, con
el propósito de evitar errores y exageraciones.
El Concilio Vaticano II reestructuró el calendario del santoral:
Se disminuyeron las fiestas de devoción pues se sometieron a revisión
crítica las noticias hagiográficas (se eliminaron algunos santos no
porque no fueran santos sino por la carencia de datos históricos
seguros); se seleccionaron los santos de mayor importancia (no por su
grado de santidad, sino por el modelo de santidad que representan:
sacerdotes, casados, obispos, profesionistas, etc.); se recuperó la
fecha adecuada de las fiestas (esta es el día de su nacimiento al Cielo,
es decir, al morir); se dio al calendario un carácter más universal
(santos de todos los continentes y no sólo de algunos). Categorías de culto católico
Los católicos distinguimos tres categorías de culto:
- Latría o Adoración: Latría viene del griego latreia, que quiere decir
servicio a un amo, al señor soberano. El culto de adoración es el culto
interno y externo que se rinde sólo a Dios.
- Dulía o Veneración: Dulía viene del griego doulos que quiere decir
servidor, servidumbre. La veneración se tributa a los siervos de Dios,
los ángeles y los bienaventurados, por razón de la gracia eminente que
han recibido de Dios. Este es el culto que se tributa a los santos. Nos
encomendamos a ellos porque creemos en la comunión y en la intercesión
de los santos, pero jamás los adoramos como a Dios. Tratamos sus
imágenes con respeto, al igual que lo haríamos con la fotografía de un
ser querido. No veneramos a la imagen, sino a lo que representa. -
Hiperdulía o Veneración especial: Este culto lo reservamos para la
Virgen María por ser superior respecto a los santos. Con esto,
reconocemos su dignidad como Madre de Dios e intercesora nuestra.
Manifestamos esta veneración con la oración e imitando sus virtudes,
pero no con la adoración.
Todos llamados a ser santos
Novena de oración por nuestros difuntos
Catholic.net
ha organizado, juntamente con diversos conventos y casas de religiosos y
religiosas, una novena de oraciones por todos los Fieles Difuntos, con
adoraciones, oraciones, el rezo del rosario, y una intención especial en
la Santa Misa el día 2 de noviembre celebrada por sacerdotes amigos de
Catholic.net que se han sumado a nuestra primer Novena de los Fieles
Difuntos.
Únase a nuestras oraciones, y envíenos los nombres de los difuntos a
quienes usted desea que encomendemos. Tendremos un recuerdo especial
para ellos durante los nueve días previos a la fiesta de los Fieles
Difuntos el día 2 de noviembre. Si desea enviarnos los nombres y sus
intenciones es muy sencillo, rellenando el formulario en nuestro sitio Novenas Catholic.net (click aquí)
Nosotros enviaremos estos nombres e intenciones a los diversos
conventos y casas de religiosos y religiosas, y sacerdotes diocesanos
que se han sumado a esta Novena de los Fieles Difuntos.
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De: GAMA 6 |
Enviado: 01/11/2017 00:01 |
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