Es el conjunto de signos y símbolos con los que la Iglesia rinde culto a Dios y se santifica.
Por: P, Antonio Rivero | Fuente: Catholic.net
Es el modo como la Iglesia en su cabeza y en su cuerpo místico o
miembros puede ponerse en contacto y comunicación con Dios, a través de
gestos, palabras, ritos, acciones y así poder participar de la
maravillosa gracia de Dios, santificarnos y entrar en esa vida íntima de
Dios.
Otra definición más formal sería ésta: liturgia es el conjunto de
signos y símbolos con los que la Iglesia rinde culto a Dios y se
santifica. Todas las acciones litúrgicas: oración, sacramentos están
dirigidas, por tanto, a dar culto a Dios Padre, por medio de Jesucristo,
en el Espíritu Santo, y a la santificación de cada uno de los fieles
que forman esta Iglesia de Cristo.
En palabras del papa Pío XII en su encíclica “Mediator Dei”: “La
liturgia no es solamente la parte exterior y sensible del culto, ni
mucho menos el aparato de ceremonias o conjunto de leyes y reglas..., es
el ejercicio del oficio sacerdotal de Cristo”.
En la Constitución Sacrosanctum Concilium, número 7, encontramos esta
definición concisa: “ Es el ejercicio del oficio sacerdotal de Cristo,
por medio de signos sensibles, que realizan de una manera propia la
santificación del hombre”.
La liturgia es, pues, el servicio que el hombre da a Dios, porque Él se
lo merece. Y trae aparejada nuestra propia santificación, es decir,
gracias a la liturgia nosotros nos vamos santificando, purificando, pues
quien entra en contacto con Dios, recibe ese fuego divino que calienta,
purifica y perfecciona.
En cada acción litúrgica que realizamos (participación en una misa, en
cualquier sacramento, en la Liturgia de las Horas) Dios nos hace
participes de su salvación.
Una bella definición nos la ha dado Juan Pablo II en la carta
apostólica con motivo del cuadragésimo aniversario de la “Sacrosanctum
Concilium”: “¿Qué es la liturgia sino la voz unísona del Espíritu Santo y
la Esposa, la santa Iglesia, que claman al Señor Jesús: `Ven’? ¿Qué es
la liturgia sino la fuente pura y perenne de ‘agua viva’ a la que todos
los que tienen sed pueden acudir para recibir gratis el don de Dios?
(cf. Jn 4, 10)”(Vicesimus Quintus Annus, n. 1)...”La liturgia es el
lugar principal del encuentro entre Dios y los hombres, de Cristo con su
Iglesia” (n. 7).
El Catecismo de la Iglesia Católica ha explicado también que la misma
palabra liturgia significa, en la tradición cristiana, que el pueblo de
Dios toma parte en la obra de Dios. En la liturgia, Cristo nuestro
Redentor y Sumo Sacerdote, hace presente en su Iglesia, con ella y por
ella, la obra de nuestra Redención (n. 1069).
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