Los sueños son una dimensión tan desconocida como desafiante. Si bien es cierto que hay quien es capaz de controlarlos a voluntad tal y como te explicamos en nuestro artículo sobre los onironautas, la mayoría de nosotros nos dejamos «caer» en ese mundo onírico sin saber qué va a ocurrir y qué vamos a experimentar.
Miedo, amor, inquietud, erotismo, sorpresa, fantasía… Lo que nos aportan los sueños no nos lo ofrece la realidad.
Y son muchos los misterios que nos gustaría conocer para desentrañar un
poco más de eso llamado inconsciente y que, de algún modo, también nos
define.
¿Has tenido alguna vez un sueño profético? ¿O has soñado
con alguien desconocido que más tarde aparece en tu vida? Algo curioso a
la vez que inusual que describen algunas personas es el hecho de soñar con alguien que no han visto jamás, y que al poco tiempo, conocen de forma casual. Es algo que podemos creer o no.
Ahora bien, en esta ocasión nos vamos a centrar en el siguiente aspecto: ¿Es posible soñar con una persona que no hemos visto nunca? Hablemos hoy sobre ello en nuestro espacio.
El cerebro no inventa rostros
Así es, el cerebro no crea para nosotros caras que nunca hemos visto.
No obstante, hay un aspecto del que no siempre somos conscientes: al
cabo del día vemos decenas y decenas de caras. En la calle, en la
televisión, en las redes sociales…
Son
rostros que se quedan en nuestro cerebro, nosotros no le damos
importancia alguna pero siguen ahí, como fotocopias almacenadas con gran
caos que pueden emerger o no. De hecho, nuestro cerebro necesita de esas horas de sueño para almacenar y catalogar toda la información y las emociones del día, además de para «desechar» lo que no es útil o significativo. Así pues, hemos de tener en cuenta lo siguinte:
- Las personas que vemos en los sueños no salen al azar, no son «del todo desconocidas», hay alguna relación con nosotros.
- Son
caras que hemos visto y que no recordamos, expresiones, ojos, risas,
gestos, bocas, cuerpos que se hallan en un profundo recoveco de nuestro
cerebro y que, por alguna razón, aparecen en nuestros sueños.
Personas desconocidas que nos dejan mensajes
Puede
ocurrir. En ocasiones soñamos con una persona que no tiene nada que ver
con nosotros, que no la conocemos o bien no recordamos haberla visto.
Sin embargo, nos dejan mensajes significativos para nosotros.
- Nos
recomiendan elegir ese camino y no el otro, nos indican que es mejor
dejar de ver esa persona, que deberíamos dejar de ir aquí y allá…
- De alguna manera, esa conversación es la voz de nuestra conciencia dándonos una información que nos mantiene en vilo en el mundo consciente. Esa ansiedad, esa preocupación aparece en nuestros sueños y en boca de alguien que aparentemente, no hemos visto nunca.
Y el mensaje que recibimos o la conversación que mantenemos con esa persona, nos tranquiliza. ¿Te ha ocurrido?
Personas desconocidas con las que experimentamos emociones intensas
¿Te ha pasado alguna vez? Es común tener sueños subidos de tono con personas que nos atraen y que por tanto conocemos. Ahora bien… ¿qué ocurre cuando esos sueños «húmedos» son con completos desconocidos?
- Nos dejan un desconcierto tan elevado que cuando despertamos, llegamos a pasar unos cuantos días con la duda de ¿quién será?, ¿es alguien a quien vamos a conocer?….
- Son pulsiones, deseos, es nuestro cerebro ofreciéndonos esas emociones oníricas tan comunes donde, en ocasiones, elige un rostro al azar de los que hemos visto y no recordamos para recrear esa escena tan intensa.
- Ahora bien, al igual que son comunes este tipo de sueños, también son frecuentes esos otros que acaban siendo pesadillas donde otros desconocidos nos persiguen, amenazan o atacan.
En
realidad, en ocasiones no son más que miedos y preocupaciones diarias,
presión y estrés contenido que se traduce por la noche en este tipo de
sueños amenazantes. Serían pues «el reverso de los anteriores.»
La importancia de llevar un diario de sueños
¿Aún
no lo has hecho? Si eres de esas personas que acostumbra a tener sueños
perturbadores o extraños, te aconsejamos llevar un diario. Es
importante que sigas estas pautas:
- Pon un cuaderno al lado de tu mesilla de noche.
- Cuando te despiertes después de tener un sueño o una pesadilla, escríbelo y pon la fecha.
- Si has soñado con alguien desconocido, intenta describirlo con máximo detalle. Escribe también las emociones que te ha hecho sentir, y si ese sueño es recurrente. Si eres bueno dibujándolo, hazlo.
- ¿Con
qué fin hacemos esto? Para tener un registro. Es muy posible que a «ese
desconocido» lo reconozcas un día cuando menos te lo esperas. Es ese
chico o esa chica que ves a veces en el autobús, la amiga de una hija de
tus padres, el camarero de una cafetería…
Si ese rostro no encaja con nadie del día a día, quien sabe, tal vez al cabo del tiempo aparezca alguien en tu vida con una imagen semejante.
Ahora bien, no hay nada de científico en esto,
como ya sabes, el mundo de los sueños escapa muchas veces a nuestra
comprensión y no podemos más que llevar este tipo de diarios, vivir
intensamente y soñar, soñar cada noche allá donde nuestro cerebro nos
lleve.