Lo que más llama la atención de esta planta son sus hojas: de un
color verde azulado en la parte superior, mientras que el envés es
violeta. Además, se desdoblan durante el día y se vuelven a enrollar por
la noche. No soportan temperaturas inferiores a 15º, agradecen una
exposición a la luz moderada –sin sol directo– y les gusta la humedad.
Es recomendable pulverizarlas regularmente o colocar un plato con
guijarros y agua debajo de la maceta. La evaporación aumentará la
humedad ambiental y beneficiará a la planta. Estos son todos sus cuidados.