Pertenecen a la familia de las suculentas. Son plantas que acumulan
agua para adaptarse al hábitat en el que se desarrollan y transformado
sus hojas en espinas para protegerse de los animales hervíboros y
prevenir la pérdida de agua –que se almacena en el tronco–. Necesitan
varias horas de luz al día, evitar las corrientes de aire y un riego
moderado, que dependerá de la estación del año. En invierno hay que
reducirlo casi al máximo, en primaver hacerlo cada 10 o 12 días y en
verano aumentar la frecuente y hacerlo cada 4 u 8 días (dependiendo de
la climatología de tu zona). Si quieres saber cuáles son los cuidados de los cactus, te lo contamos.