En Japón tienen la suerte de poder disfrutar, año tras año, de una gran variedad de flores cuya belleza destaca sobre cualquier paisaje. Son tan bonitas, que el resto del mundo no pudo evitar sembrar las semillas en sus respectivos países, hasta tal punto de que hoy en día, cuando se utilizan palabras como cerezo japonés (cherry blossom en inglés), son muchas las personas que saben de qué árbol se trata.
Ahora bien, esa no es la única planta que llama la atención. Es más, son varias las flores japonesas que se cultivan, no solo en los jardines de donde son originarias, sino también en los de otras regiones.Las flores son parte esencial de la cultura japonesa, desde siempre. Ya en la época de los samuráis (hacia el siglo X de nuestra era) se fijaban tanto en ellas que las dibujaron sobre todo tipo de superficies, las convirtieron en ramos, y hasta fueron adoradas y celebradas (como se sigue haciendo hoy, por cierto, durante el festival de Hanami, durante la primavera).
Pero, ¿cuáles son? Pues bien, son las siguientes: