Olvidado
Retengo los dilemas de lo que un día se perdió,
aquellas mentiras que fueron verdades para mí.
Ahora en este presente me queda la ironía corrompida por el dolor,
no concibo el perdón de mi ser,
solo me arriesgo a seguir sin la presencia de tu pureza.
En mis ruegos está el llanto de mis lamentos,
que sin disimular se dan a conocer.
Melodías de notas disonantes compuestas
por la apariencia de lo que ahora no está,
se muestran ante mi deseo ignorado por ti.
Algún día sabrás que las palabras destruyen más que las balas,
y que tu silencio desbastan los pilares de mi tranquilidad.
El consuelo de un mañana me abraza.
Seguiré a pesar de caer,
a levantarme a pesar de que puedo perder.
Diego Guedez
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