Mariposa.
Sin prisa por llegar, la línea recta
no es tu predilección; otros senderos
seducen tus instintos viajeros,
y abandonas la ruta más directa.
El primor del entorno te detecta,
y te cautiva; envía mensajeros
a cada encrucijada, y sus letreros
embrollarán la orientación correcta.
Tomarás multitud de direcciones,
y rectificarás, y tus opciones
aumentarán en un zigzag confuso.
Tal vez, al fin, alcances tu objetivo.
¿Qué mejor que explorar cada furtivo
camino que por suerte se te impuso?
Francisco Alvarez Hidalgo.
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