Recién
cuelgo una llamada telefónica con un viejo amigo de Nueva York. Me dijo
que desde esta mañana no para de nevar y que la nieve ya está a la
altura de la cintura. La temperatura bajó a -10° C y hay viento frío con
ráfagas de hasta 60 km/hora.
Me contó que su señora no ha hecho otra cosa que mirar por la ventana de la cocina todo el día.
--Ah... Me dijo también, que si el tiempo no mejora, no le va a quedar más remedio que dejarla entrar...
(Para las mujeres que se enojen, tengo la dirección del amigo que envió el chiste)