ESPOSA
¡Qué amor tan sereno y que alegre sonrisa!
Que tibios los labios, que tierna la voz,
que bellos los ojos que no disimulan
la innata ternura, de tu corazón.
Que hermosa experiencia ser de ti un instante,
y a tu lado ver la vida, y a Dios,
de ti ser la sombra, por los andurriales
que el destino incierto, nos dé en su canción.
¿Qué mágica esencia anima tu alma
y obsequia a tu cielo pureza y pasión?
¿Caíste del cielo? O acaso como ángel
el Dios que es eterno a ti te creó.
Para que vinieras a llenar mi vida
de luz y alegría, de un tiempo mejor,
de todas las cosas que antes no creía
fueran de mi mundo, mundo de dolor.
Y hoy que a mi lado vas viviendo el tiempo,
al cielo le pido por esta ocasión
que permita siempre que su ángel querido,
junto a mí persista, con su bendición.
Que otorgue a mi vida su amor tan sereno,
su alegre sonrisa, y todo su amor,
que yo cuidaría que su tenue encanto,
sus ojos tan bellos y su tierna voz
por siempre vivieran en lo más profundo,
del íntimo seno de este corazón.
Febrero 2000
EDUARDO