EL HOMBRE Y LA FLOR
He de contarte una historia muy breve y llena de amor,
trata de un hombre muy solo, que al transitar los caminos
en una tarde nublada, tropezó con una flor,
Embelesado en su brillo, la rozó con gran temor
de que acaso con tocarla, perturbara su color.
La tomó con gran ternura de su nido terrenal,
quiso llevarla consigo, no quiso dejarla más,
al llegar a su morada, con amor la colocó
entre blandos algodones, para cuidar su color.
Al verse tan protegida, el milagro se cumplió,
y abriendo sus grandes ojos fue a cobrar vida la flor,
al notar de la belleza de su secreto raptor,
en silencio, a voz callada, se estableció un gran amor.
Así pasaron los años, y un día repleto de sol,
por un camino dormido va caminando muy lento
un anciano que en ternuras, y con miradas de amor,
acaricia suavemente en su solapa, una flor.
EDUARDO