nunca dejes de creer en Dios.
Mientras creas que puedes lograrlo, tendras
un motivo para intentarlo.
No dejes que nadie retenga tu felicidad en sus manos ;
sujetala en las tuyas para que
siempre
este cerca de ti.
No esperes que lo que deseas venga a ti, buscalo
con toda tu alma, sabiendo que la
vida te encontrara a la mitad del camino.
No sientas que has perdido cuando tus planes
y sueños no alcanzan a cumplir tus anhelos.
Cada vez que aprendes algo nuevo sobre ti
o sobre la vida, has avanzado , no hagas nada
que disminuya tu propio respeto.
El estar satisfecho con uno mismo es esencial
para estar agradecido de la vida.
Nunca te olvides de reir ni dejes que el orgullo
te impida llorar, cuando reimos
y lloramos es cuando vivimos a plenitud.
DESCONOZCO AL AUTOR