I
Ocaso
¡Cómo suena en mi alma la idea de una noche completa en tus brazos diluyéndome toda en caricias mientras tú te me das extasiado!
¡Qué infinito el temblor de miradas que vendrá en la emoción del abrazo, y qué tierno el coloquio de besos que tendré estremecida en tus labios!
¡Cómo sueño las horas azules que me esperan tendida a tu lado, sin más luz que la luz de tus ojos, sin más lecho que aquel de tu brazo!
¡Cómo siento mi amor floreciendo en la mística voz de tu canto: notas tristes y alegres y hondas que unirán mi emoción a tu rapto!
¡Oh la noche regada de estrellas que enviará desde todos sus astros la más pura armonía de reflejos como ofrenda nupcial a mi tálamo
JULIA DE BURGOS
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