Media noche
Se ha callado la idea turbadora y me siento en el sí de tu abrazo, convertida en un sordo murmullo que se interna en mi alma cantando.
Es la noche una cinta de estrellas que una a una a mi lecho han rodado; y es mi vida algo así como un soplo ensartado de impulsos paganos.
Mis pequeñas palomas se salen de su nido de anhelos extraños y caminan su forma tangible hacia el cielo ideal de sus manos.
Un temblor indeciso de trópico nos penetra la alcoba. ¡Entre tanto, se han besado tu vida y mi vida... y las almas se van acercando!
¡Cómo siento que estoy en tu carne cual espiga a la sombra del astro! ¡Cómo siento que llego a tu alma y que allá tú me estás esperando!
Se han unido, mi amor, se han unido nuestras risas más blancas que el blanco, y ¡oh milagro! en la luz de una lágrima se han besado tu llanto y mi llanto...
¡Cómo mueren las últimas millas que me ataban al tren del pasado! ¡Qué frescura me mueve a quedarme en el alba que tú me has brindado!
JULIA DE BURGOS
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