Cuando comienzas a notar tus pensamientos a nivel de la semilla, el siguiente paso para transformar tu realidad es recordarte a ti mismo: yo soy la causa. Yo puedo cambiar el pensamiento, yo puedo detener la voz que me dice que las cosas están mal. Yo puedo decidir que las cosas están bien. Escucha la voz en tu cabeza. ¿Qué te está diciendo durante todo el día? Si no te gusta, entonces detenlo. Tú decides qué piensas. Tú eres la causa.