Ser una persona que
ama la verdad, aun cuando ésta vaya en contra de uno, te reviste de gran honor.
Urge educar al niño a descubrir y gozar la alegría que da hablar y actuar con
la verdad, comprendiendo que no debe avergonzarse de dar testimonio sincero de
ella. Ojalá padres y maestros asuman esta tarea básica.
Durante el nazismo Albert Einstein, a
causa de ser judío, tuvo que soportar una guerra en su contra, tramada con el
fin de desprestigiar sus investigaciones. Uno de esos intentos se dio cuando se
compilaron las opiniones de 100 científicos que contradecían las suyas, y que
se editaron en un libro titulado “Cien autores en contra de Einstein”. Cuando
se enteró de la noticia, Insiste comentó: — ¿Por qué cien? Si estuviese
equivocado, bastaría uno solo.
La persona honesta es
coherente entre lo que hace y lo que dice. Vive de principios. Vive con
autenticidad. No se justifica diciendo que todos actúan así; o que es la única
forma de salir adelante. Se atreve a ir “contra corriente”. Mentir para dañar a
alguien, robar al pobre, hacer fracasar a alguien voluntariamente, son
injusticias graves. Ama la verdad.