Harriet Tubman (nacida como Araminta Ross en 1820 y fallecida el 10 de marzo de 1913) fue una luchadora por la libertad de los afroamericanos durante la Guerra Civil estadounidense. Tras escapar de la esclavitud, realizó trece misiones de rescate en las que liberó a cerca de setenta esclavos utilizando la red antiesclavista conocida como ferrocarril subterráneo. Posteriormente ayudó a John Brown tras su toma del arsenal de Harpers Ferry, y tras la guerra luchó por conseguir el sufragio para las mujeres. Nació en esclavitud en el Condado de Dorchester, Maryland. Durante su niñez fue apaleada y golpeada con látigo por varios de sus propietarios. Siendo adolescente, sufrió una fuerte herida en la cabeza cuando uno de sus propietarios la alcanzó accidentalmente con un objeto pesado que había lanzado contra otro esclavo. Como consecuencia de la herida, sufrió ataques cerebrovasculares, dolores de cabeza, visiones y episodios de hipersomnia a lo largo de toda su vida. Devota cristiana, atribuía sus visiones y sueños a premoniciones divinas.
En 1849, Tubman escapó a Filadelfia. Tras ello, regresó inmediatamente a Maryland para rescatar a su familia. Poco a poco, fue sacando del estado a sus diversos parientes, en ocasiones guiando personalmente a docenas de esclavos hacia la libertad. Viajando de noche y en extremo secreto, Tubman (o «Moses», como era llamada) “nunca perdió un pasajero”. A lo largo de los años se ofrecieron diversas recompensas por la captura de los esclavos huidos, pero nunca se supo que Harriet era quien estaba ayudándolos. Cuando la Ley contra los esclavos fugitivos se aprobó en 1850, ayudó a muchos esclavos a huir hacia Canadá.
Rit, la madre de Harriet, luchó para mantener la familia unida pero la esclavitud lo impidió. Edgard Brodess vendió a tres de sus hermanas (Linah, Mariah Ritty, y Soph), separándolas de la familia para siempre. Cuando un comerciante de Georgia propuso a los Brodess la compra del menor de los hijos de Rit (Moses), ésta le escondió durante un mes ayudada por otros esclavos y negros libres de la comunidad, e incluso llegó a enfrentarse directamente con su propietario por la venta. Finalmente, cuando Brodess y el comerciante de Georgia fueron a los alojamientos de los esclavos para llevarse al niño, Rit les amenazó directamente con «abrirles la cabeza». Brodess se retractó de su idea y abandonó la venta. Los biógrafos de Tubman coinciden en la idea de que este episodio influyó directamente en ella haciéndola creer en sus posibilidades de rebelarse frente a la esclavitud.
Un beso, María