El Nazareno colma Luarca

A. M. SERRANO "Lo que se siente no se puede explicar". Las palabras son de una luarquesa que acompañó, descalza, al Buen Jesús Nazareno de Luarca durante la tradicional procesión de Jueves Santo. Lo hace desde que realizó una promesa. Pidió y pide al Nazareno salud para su padre, "y yo creo que responde desde hace tres años", explica. El largo trayecto que separa la iglesia Santa Eulalia de la capilla de La Atalaya (el mismo por el que discurre la procesión) no es difícil para las personas como ella, "con fe". Sobre todo porque, al llegar al destino, se siente algo muy especial: "Paz interior", asegura.

La imagen del Nazareno recorrió las calles de Luarca en la procesión más multitudinaria de la Semana Santa de la villa, acompañado de muchas promesas y de centenares de personas, parte de ellas foráneas.

Gloria Gómez vive en Vitoria y desde hace 57 años viaja a Luarca todos los jueves santos. "Tengo que venir, tengo que ver la imagen y tengo que acompañarla en su trayectoria", dice en referencia al Nazareno. Maribel Pérez, de 71 años, es otra devota de esta imagen, la que más apegos genera en Luarca. "Si me pasa algo, siempre me acuerdo del Nazareno", cuenta.

La procesión de este año cumplió con las expectativas. Hacía tiempo que las calles de Luarca no se llenaban como lo hicieron durante el desfile religioso, en el que no faltaron las las cruces de las familias de Luarca. La del matrimonio formado por Nuria Antón y Ricardo Cernuda fue una de ellas. Esta familia se preocupó de comprar un Cristo y una cruz para la ocasión. Como muchos luarqueses, hicieron una promesa, pidieron salud para sus hijos y ahora quieren devolver al Nazareno "esta ayuda", dice Nuria Antón.

Después de la gran procesión del Nazareno, el Viernes Santo se dedicará al Santo Entierro. La procesión con el Cristo Yacente en la urna sale a las siete y media de la tarde, junto a las imágenes de San Juan, la Virgen de las Angustias, la Verónica y la Dolorosa, desde la capilla de La Atalaya.

La primera procesión del Sábado Santo, La Soledad, es a las siete y media de la mañana. A medianoche, el Cristo Resucitado recorrerá el centro de Luarca.