¿Sabía
usted que Cristo abrió la puerta para liberarlo del sentimiento de culpa que lo
ha tenido cautivo? No importa quién sea usted ni lo que haya sido; no importa si
es una prostituta, un asesino, un ladrón, un narcotraficante o alguien que
siempre va a la iglesia pero que no tiene a Cristo en su vida. La Biblia dice
que ahora es el día de salvación. Hay tan solo una oración entre usted y una
vida nueva.
Mi
esposa y yo descubrimos esa vida hace más de 35 años. En realidad, mi esposa dio
el primer paso. Ella oyó que en la Biblia dice que ni siquiera un pajarito cae
sin el conocimiento de Dios. "Bueno "pensó ella-, si a Dios le importan hasta
los pajaritos, Él seguro sabe que mi vida en este momento es un desastre. Y si a
Él le importo, quizá pueda hacer algo con mi vida".
Ella
no sabía nada de la Biblia; ni siquiera estaba segura de que Dios le daría otra
oportunidad. Pero cuando ella le dijo que se hiciera cargo de la vida de ella,
algo sobrenatural sucedió en su interior: ella nació de nuevo.
"Pero,
¿y mi pasado? -quizá diga usted-. Estoy lleno de sentimientos de culpa".
Cuando
usted ha nacido de nuevo y ha sido hecho una criatura nueva en Cristo, su vida
pasada ya no le pertenece. ¿No le parece que sería ridículo sentirse culpable
por la vida pasada de otra persona? ¿Qué pensaría usted si yo tomara una bebé en
mis brazos y dijera: "Miren que niñita más linda. Pero acuérdense del pasado de
ella"? Usted pensaría que yo estoy loco. "¿Cuál pasado? "diría usted- Ella no
tiene ningún pasado".
Pues,
así es cuando usted nace de nuevo: usted no tiene ningún pasado. Su vida empieza
de nuevo el día en que hace a Jesucristo el Señor de su vida. Y si Satanás trata
de recordarle lo malo que usted era, dígale que se equivocó de puerta.
Ya
usted ha sido golpeado lo suficiente; no tiene por qué esperar más. La puerta de
la prisión está abierta, salga por ella hacia Cristo y empiece una vida nueva
hoy.
Lectura de Hoy: Mateo 10:29-33